💙 Capítulo 07: ¿Quieres hablar de ello?

2.4K 371 133
                                    

Wei WuXian parpadeó, empezando a abrir lentamente sus ojos hasta que se adaptaron a la suave iluminación que había en la habitación.

Se sentía un poco aturdido y estaba ligeramente confundido al darse cuenta de que se encontraba en su dormitorio, sin saber cómo había llegado hasta ahí.

Brevemente, recordó haber estado dentro de su nido, decidiendo junto con SiZhui que prenda elegir para añadirla a el, recordó que había hecho planes para comer con Lan WangJi, recordaba haber hablado con XuanYu y...

Wei WuXian trató de salir de la cama cuando un recuerdo borroso llegó a su mente, pero fue detenido por el suave tirón del brazo que rodeaba su cintura y que lo jaló hasta volver a quedar pegado al pecho del Alfa que estaba detrás de él, relajándose momentáneamente cuando las feromonas con olor a sándalo lo rodearon, pero volviendo a entrar en pánico cuando no encontró a nadie más junto a él.

—¡Lan Zhan!—, gritó, claramente asustado, tratando de liberarse del fuerte abrazo de Lan WangJi.—¡Dónde está mi zorro!

—Está aquí—, dijo Lan WangJi, con calma, levantando ligeramente las cobijas para que Wei WuXian pudiera ver al zorro acurrucado cerca de su abdomen, el cual había convocado rápidamente.

Wei WuXian metió sus manos dentro de las mantas y tiró del zorro para levantarlo, revisando cada parte de su cuerpo para asegurarse que estaba bien y, cuando estuvo satisfecho, lo estrechó contra su pecho.

—No vuelvas a hacer algo así, nunca, me entiendes—, regañó Wei WuXian, besando la cabeza de su pequeño zorro.

—¿Cómo te sientes?—, preguntó el Alfa, estaba genuinamente preocupado, pero también, quería que Wei WuXian alejara sus labios de su entidad de feromonas antes de que su autocontrol se desvaneciera, este no era el momento para tener este tipo de reacciones, pero no podía evitarlo.

—Bi-bien—, dijo Wei WuXian entrecortadamente, reprimiendo el gemido que amenazaba con escapar de sus labios cuando el Alfa emitió un suave Mn, que hizo temblar su cuerpo al sentir su exhalación contra su cuello.

—¿Deberíamos ir al hospital?—, preguntó Lan WangJi, obligándose a dejar su mano en la cintura de Wei WuXian en lugar de bajar al pequeño bulto en su vientre.

La mención del bebé había sido un acto desesperado, no había querido confesar que ya sabía lo del embarazo y, justo en este momento, en el que no sabía si el Omega recordaba o no lo que él había dicho, era mejor evitar cualquier cosa que pudiera volver a alterarlo.

—No creo que sea necesario—, murmuró Wei WuXian, dejando salir un pequeño suspiro mientras acomodaba a SiZhui junto a él.—Estás aquí, eso es todo lo que necesito.

Lan WangJi inclinó su rostro, inhalando discretamente las feromonas que emanaban del Omega, para confirmar que no había necesidad de insistir en ir al médico, ya que no había rastro de miedo y desequilibrio en ellas.

Además, aún podía recordar las palabras del médico: los problemas de salud de un omega muchas veces se corrigen con ayuda de las feromonas de su Alfa, lo cual sabía que era cierto, ningún medicamento funcionaría tan bien como la constante exposición de Wei WuXian a sus feromonas.

Y, a decir verdad, era gratificante saber que todo lo que necesitaba el Omega en este momento era que él estuviera a su lado, en tan pocos días habían logrado fortalecer un vínculo que Lan WangJi —como tonto— se había negado en aceptar, pero que había confirmado por completo cuando pudo escuchar su llamado, incluso si no lo había marcado permanente.

—De acuerdo—, murmuró Lan WangJi, sonriendo cuando el Omega retrocedió, juntando más sus cuerpos.

—Lan Zhan—, llamó Wei WuXian, satisfecho con que Lan WangJi no se moviera ni un centímetro, ni se quejara por la forma tan íntima en que estaban abrazados debajo de la suave manta.

Nuestra Vida Después Del Divorcio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora