💙 Capítulo 08: Flores de Loto

2.3K 343 89
                                    

—Pensé que habías dicho una cena—, se burló Wei WuXian, tomando a SiZhui entre sus brazos para poder sentarse en la cama mientras observaba detenidamente a Lan WangJi, quien acaba de salir del cuarto de baño, donde se había vestido—Y, ¿Qué es todo esto?

—¿Es demasiado?—, preguntó Lan WangJi, sonando bastante conflictuado.

Nie HuaiSang le había dicho que era bastante romántico llevar ropa a juego para una cita en pareja, por eso Lan WangJi había comprado dos juegos de jeans negros y jersey de cuello alto blanco, aunque el de Wei WuXian era especial —mejor dicho: para un Omega embarazado— con elástico en la cintura para que estuviera cómodo.

—No es eso—, dijo Wei WuXian riéndose al darse cuenta de que Lan WangJi parecía estar a punto de quitarse la ropa y arrodillarse para pedir perdón.—Es solo qué—, colocó a SiZhui en la cama de nuevo antes de levantarse y caminar hacia Lan WangJi, levantando sus brazos para rodear su cuello,  algo que descubrió que le encantaba hacer —ya que las manos del Alfa se levantaban rápidamente para rodear su cintura y acercar más sus cuerpos.—Es tan injusto, que... te veas tan bien con todo.

—Tú eres quien se ve bien con todo—, afirmó Lan WangJi, levantando su mano para tomar las de Wei WuXian y hacer que soltara su cuello, girándolo para que pudiera ver su reflejo en el espejo que estaba frente a ellos.

Wei WuXian le sonrió a Lan WangJi a través del espejo, reprimiendo un ronroneo cuando una de las manos del Alfa rodeó su cuerpo, colocándose sobre su vientre.

Fue un breve momento en que sus miradas se encontraron frente al espejo antes de que Lan WangJi levantara su mano libre para poder hacer a un lado el jersey y, con la mirada del Omega siguiendo cada uno de sus movimientos, pero sin intenciones de detener lo que planeaba hacer, el Alfa inclinó su rostro para poder morder la glándula de Wei WuXian.

Fueron unos cuantos segundos —breves instantes— en que los dientes del Alfa estuvieron en su piel, pero fue suficiente para que Wei WuXian sintiera un torrente de feromonas entrar en su cuerpo, llenándolo de una vitalidad que no sentía en mucho tiempo.

Y, mientras el Omega seguía un poco aturdido por la mordida, Lan WangJi deslizó su mano en el bolsillo de su pantalón, extrayendo un parche y colocándolo en su glándula con extremo cuidado.

—Me dijeron que es el mejor parche para evitar que tu cuerpo expulse mis feromonas—, afirmó Lan WangJi, acomodando el cuello de su jersey.

Durante su investigación, Lan WangJi también había descubierto eso; el cuerpo de un Omega embarazado solía expulsar las feromonas de su Alfa inconscientemente, cómo una forma de proteger al bebé en un ambiente donde no se siente cómodo o estaba rodeado de otros Alfas, lo que provocaba cansancio o ansiedad al final del día y, dado que hoy estarían en un lugar donde seguramente habría muchos Alfas, no quería que eso sucediera.

—Aunque, tengo todas las feromonas que necesites, simplemente tienes que decirme cuando te sientas cansado o necesites sentir mis feromonas en tu cuerpo.

—Siempre necesito sentir tus feromonas en mi cuerpo, Lan Er-gege—, dijo Wei WuXian, girándose de nuevo para rodear la cintura de Lan WangJi, sonriendo cuando el Alfa liberó más feromonas para impregnarlo con su aroma.

A pesar de que habían convivido correctamente como una pareja durante tres días, Lan WangJi se había dado cuenta de que Wei WuXian era una persona a quien le gustaba ser tocado; un simple roce de manos, que él rodeara su  cintura cuando estaban bajo las mantas, que lo acercara a él cuando el Omega lo abrazaba y, probablemente debido al embarazo, olfateaba su ropa con discreción, invitándolo, sin necesidad de palabras, a liberar sus feromonas para que él pudiera sentirlas a su alrededor.

Nuestra Vida Después Del Divorcio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora