Tercera grieta: Ser o no ser II

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Yo ya soy.

Todo se resume en eso.

En que nuestra existencia, ya de por si, se toma como una muestra de valentía cuando no somos valientes por existir, lo somos porque es lo único que nos queda para resistir porque es lo que hemos tenido que aprender a hacer para sobrevivir.

Pero ser a veces no es fácil. A veces tu familia no te acepta, a veces no tienes un entorno seguro, no tienes fuerzas, no estas listo para todo y hay veces en donde no estas tú para ser tú con la cabeza alta.

Porque llega un punto, después del dolor y el miedo, donde te encuentras con la rabia y ahí, ahí descubres que con ella también puedes hacer cosas, que ella no solo esta en quienes son, si no en todos aquellos oprimidos que la sociedad ha dejado por debajo. Porque no voy a ser el primero ni el último en decirte que está hasta los cojones.

Estoy cansado, molesto, enfadado,
hundido y rabioso de ti, de ti
y de mi siendo contigo.
De escribir en estas estúpidas páginas
pretendiendo que voy a cambiar el mundo
cuando no puedo ni dar dos pasos
sin sentirme intruso
en esta sociedad
que no va de alas cortadas,
va creciendo con las mentes ancladas.

Estoy hasta los cojones de pensar que todo está mal conmigo,
que soy el único que siente este vacío,
que soy culpable de todo lo que me ha pasado,
cuando mis traumas
tienen nombre y apellido.

Quiero poner en mi epitafio
cada una de las frases
que me has dicho
y que eso firme tu sentencia
con cadena perpetua al exilio.

Quiero sentarme en la arena
con vistas hacia cada una de vuestras metas
cumplidas a base de esfuerzo
cuando lo único que has hecho en tu vida
ha sido decir que "si puedes la consigues"
mirando siempre desde arriba
como si esto de la meritocracia no fuera mentira.

Quiero navegar en un mar que al poder cruzar
no fotografíen a aquel con la vida destrozada
para que otro lo vea en un periódico
con morbo disfrazado de empatía mal gestionada.

Quiero bailar al ritmo de vuestras voces
que dicen que las de mi cabeza existen
pa' hacerme daño cuando lo único que recuerdo
son vuestras pastillas recetadas pa' mantenerme drogado.

Quiero arrancarme la piel y ponerla frente al espejo
para que me vea de una puta vez en los huesos
y recordar que eso es lo único
que va a quedar de mi cuando esté muerto,
que este rostro que tanto odio lo van a comer los gusanos
igual como a tantos otros que envidio y con los que me comparo.

Quiero pararme en frente de vuestros diputados,
cortarme las tetas y mientras me desangro,
que se atrevan a pisar mi sangre
y decir que ellos no me han matado.

Quiero que mi madre obtenga justicia,
que mi familia me pregunte qué pasó
y responderles que su silencio
termino por matar mi respeto y mi amor.

Quiero dejar de reivindicar mi existencia,
que si me visto de cierta forma
es que reivindico mis ganas de seguir vivo,
qué tal vez sí, qué tal vez no,
dejadme a mi decidirlo.

Que el orgullo no se vende,
que el orgullo viene conmigo.
Que existen doce meses en el calendario
y no solo uno para que tu marca de mierda suba en ventas.

Quiero cogerte de la mano
y poder decirte que quiero seguir vivo
cuando sé que solo voy a vivir hasta los veinticinco,
que me jode decirlo, pero es que ya no tolero seguir...

Quiero ir a arrodillarme ante esa cruz
y exculparme del pecado de no creer
en aquellos que usan tu nombre para enjaularme.

¿Estas ahí? Si estás ahí solo mándame una señal.

Una pequeñita, chiquitita.
Solo dame un poco de esa fuerza
que dicen que das
para poder continuar
sin escuchar todo lo que en tu nombre
dicen que es malo en mí,
cuando se supone que me hiciste a imagen y a semejanza de ti.

Por favor, por favor,
padre nuestro que estas en el cielo...

Quiero quitarme de la cabeza a mi propia cabeza
que me me trata peor que cualquiera.
Que no soy lo que pienso cuando tengo un episodio depresivo,
que soy toda la fortaleza que hay que tener
para seguir caminando con putas púas en los pies.

Tengo el pecho lleno de rabia
que se expande por todo mi cuerpo
y hace que tiemble cada vez que digo
que quiero que te calles de una puta vez.

Que no voy a cambiar al mundo con amor,
lo siento, mi amor, 
que hoy solo tengo rabia, molestia y dolor de ti,
de ti y de mi callando para no decir
que estoy hasta los cojones
de la hipocresía de este sistema de mierda,
avalado por gente de mierda
y que tú y yo formamos parte de esa mierda.

No es victimismo, señores, es aprender a decirlo.

Entenderlo, verlo y si nos da la vida, cambiarlo.

Y líbranos de todo mal.

Amén.

¡Gracias por leerme!

Y ya sabéis, comentad, dar a esa estrellita y que llegue a más peñita.

Tened un buen día.

El niño que miro a la muerte y le dio un abrazo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora