Locura y grandeza son dos caras de la misma moneda y se dice que cada vez que un Targaryen nace, los dioses lanzan la moneda al aire y el mundo aguanta la respiración para ver de qué lado caerá.
Visenya Targaryen, la hija "bastarda" de Rhaenyra
La...
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125 d.c
Ver a un Targaryen arribar el norte siempre iba a ser un espectáculo digno de presenciar. Por esa razón cuando la princesa llegó a Invernalia, todos deseaban admirarla. Se hablaba en todos los rincones del reino sobre su belleza que llegaba a ser divina y los que estaban presentes deseaban comprobarlo por ellos mismos. No por nada fue apodada como la tentación de los mortales.
—Archimaestre Gyldayn
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UN POCO MAS DE UN AÑO DESPUES DE LA MUERTE DE LAENA VELARYON, Daemon y Rhaenyra finalmente se unieron bajo los ojos de los antiguos dioses, en la mesa de rituales que no se había usado desde la conquista, en una ceremonia valyria, siguiendo las viejas costumbres y fortaleciendo el lazo sanguíneo. Para Visenya, era lo que esperaba después de que se hayan reencontrado en Marea Alta, lo que siempre deseó estaba a punto de cumplirse, era un paso mas para ser aceptada por todos, que ya nadie pudiera decirle bastarda, ni a ella, ni a sus amados hermanos.
Pero su mentalidad cambio drásticamente al enterarse del plan que tenían sus progenitores para que su madre se pudiera casar de nuevo, uno que a ella le dolió hasta su alma. Claramente no iba a ser como Aegon y sus hermanas, primero tendrían que reducir a cenizas toda antigua para que los fieles no les saltaran encima. Su plan fue mucho mas doloroso de lo que creía. Y fue cuando Rhaenyra vio lo lastimada que ella estaba luego de la partida de Laenor, que le confesó la verdadera historia. Pero esto no todos lo sabían.
La verdadera historia fue como un alivio a su corazon herido, pero no se dio cuenta de lo doloroso que iba a ser después. Tener que mirar a su abuela Rhaenys, solo era un dolor mas. Su pecho se oprimía cada vez que compartían juntas y ella lloraba en silencio por sus hijos muertos. Visenya deseaba que ese dolor se acabara para todos, que su abuela recuperará al menos, a uno de sus hijos. Porque a pesar de que no sabia el inmenso dolor de una madre al perder a todos sus hijos, sabia el dolor de una hija que perdió a su padre, a el hombre que fue su figura paterna desde su nacimiento, a pesar de que era la hija de otro.
