Él, mi peligro... Ella, mi perdición

Capítulo 33

-Tenemos que hablar Sofia, esto no puede quedar así.

-¡Suéltame, yo no voy contigo a ningún sitio!

-Tú te vienes conmigo por las buenas o por las malas, así que elige.

-¡Ni por las buenas ni por las malas! ¡No pienso ir contigo a ningún sitio ni pienso subir nunca más en tu coche!

-Muy bien, tú lo has querido así.

Logan coge mi cintura y me levanta del banco cogiéndome como si fuera un saco de patatas, yo comienzo a gritar que me baje golpeándole en su espalda, pero dejo de golpearle cuando miro al suelo, me da miedo caerme de cabeza y hacerme daño, Logan es muy alto y si me caigo desde aquí me voy a hacer mucho daño; me agarro a su espalda como puedo, pero no dejo de gritar que me baje y me suelte.

-¡Bájame al suelo Logan! ¡Lucas, ayúdame!

-Como hagas algo jardinero te juro que te mato.

-Ella ya sabe toda la verdad.

Me sorprende que Lucas solo haya dicho eso, no hace nada para ayudarme, solo se ha levantado del banco, pero tampoco hace mucho para que Logan me baje al suelo y me deje tranquila.

Camina hasta llegar a su coche y me mete en él a la fuerza, cuando cierra la puerta yo la abro para salir, pero cuando la abro Logan saca del bolsillo de su pantalón una pistola, ahí me quedo paralizada y abro los ojos y la boca como platos; Lucas me ha dicho que es un asesino y un psicópata, a ver si me va a pegar un tiro y me va a matar si salgo del coche...

-Quédate dentro del coche. -dice con un tono de voz más frío que el hielo, yo asiento con la cabeza muy asustada.

Cuando él entra dentro del coche yo solo puedo mirar por la ventana, Lucas está ahí parado sin hacer nada, solo me mira sin ningún tipo de expresión en su rostro, me sorprende que no haga nada. Rápidamente desvío mi mirada hacia Logan, ha cogido el cinturón de mi asiento y me lo está colocando, ahora mismo mi cuerpo está paralizado, cuando he visto la pistola mi cuerpo ha sentido demasiado miedo.

-Así me gusta, que te quedes quietecita y sin hacer tonterías.

-¿Me-me vas a matar? -me mira serio y frío como el hielo, arranca el coche y comienza a conducir.

-No.

-¿Entonces por qué tienes la pistola y me la enseñas?

-Porque sino no te quedabas dentro del coche.

-¿A dónde vamos?

-A nuestra casa.

-A tu casa querrás decir.

-Pues a mi casa.

-¿Y que vamos a hacer en tu casa? -él se queda callado sin decir nada- Contéstame.

-Lo que a mí me dé la gana.

-Para el coche, quiero bajar -le miro con lágrimas en los ojos, no me hace ni caso, ni siquiera me mira ni me habla- ¡Para el coche, te he dicho que pares el coche, no quiero estar contigo!

-¡Joder tranquilizate Sofia, no voy a parar el puñetero al coche, así que quédate callada hasta que lleguemos a mi casa! -esto lo dice alterado y chillando, la verdad es que me asusto bastante y decido quedarme callada, me da miedo que me pueda hacer algo con la pistola.

Cuando llegamos a su casa abro la puerta del coche y salgo corriendo de ahí, pero Logan en menos de un segundo ya me tiene sujeta en sus brazos, me coge como si fuera un saco y me mete en la casa, yo no dejo de gritar.
Sube las escaleras conmigo en brazos, cuando llegamos a la habitación me tira sobre la cama, yo me siento, pero cuando voy a levantarme él me coge por los brazos para que no pueda moverme, ahora estamos cara a cara, yo estoy sentada en la cama y él está agachado mirándome a los ojos, está enfadado y serio, al igual que yo, pero yo además estoy llorando.