Él, mi peligro... Ella, mi perdición

Capítulo 25

Le pego un empujón para que se aparte, él coge mi cintura, se nota en su rostro que le ha molestado que le apartara así.

-No vuelvas a empujarme para alejarte de mí.

-No quiero estar cerca tuya.

-Hace un momento estabas encima de mí gimiendo de placer, no me vengas con esas ahora.

Intento tranquilizarme antes de hablar, me ha puesto algo nerviosa que me haya dicho eso.

-Eso era antes, además tampoco estaba disfrutando tanto, no era para tanto, no entiendo como las mujeres se obsesionan tanto contigo.

Logan sonríe de lado, pero de una forma que no me gusta nada, se nota que está serio. Vuelve a pegar su frente contra la mía.

-No seas mentirosa, estabas gritando de placer solo porque te estaba tocando con la mano y moviéndote encima de mí, no me quiero imaginar si me llego a quitar los pantalones y lo llegamos a hacer, te hubieras vuelto loca -me quedo callada mirando hacia otro lado- al final sois todas iguales.

Le miro y separo mi frente de la suya.

-¿Qué quieres decir con que somos todas iguales?

-Vamos princesita, eres una mujer, todas las mujeres estáis deseando follar conmigo, y tú no eres una excepción, ahora mismo lo he comprobado.

-Logan me estás enfadado, deja de decir cosas que no son verdad y lo sabes.

-Te encantaría que te follara como a todas -abro los ojos y la boca asombrada- a mi no me engañas, deseabas que metiera mi pene dentro de ti.

De la rabia que siento le pego un guantazo en toda la cara, él me mira sorprendido y serio.

-¡Yo no soy como el resto de las chicas con las que te acuestas! ¡A mí me respetas estúpido! ¡Así que no me vuelvas a hablar así ni vuelvas a decirme esas cosas!

-Solo he dicho la verdad, eres igual que todas. -dice más frío que el hielo.

-¡No, yo no soy igual que todas y tu lo sabes, me lo has dicho muchas veces!

-Pues rectifico lo que te dije.

Abro la boca asombrada, no esperaba que dijera eso.

-¡Vete a la mierda!

Cuando voy a marcharme él coge mi brazo de una manera brusca y me pega a su cuerpo.

-Seguro que estás deseando que te toque otra vez.

-¡Estás mal de la cabeza o qué te pasa! ¡Suéltame! ¡No quiero que me toques nunca más!

-¿A no? Eso no me lo creo.

Pone su mano en mi zona íntima y comienza a moverla lentamente, yo me estoy poniendo demasiado nerviosa e histérica.

-Te encanta que te toque así.

-¡Suéltame, me das asco!

Levanto mi pierna y le doy una patada en su zona íntima, me suelta y coloca sus manos donde le he pegado, parece que le he hecho bastante daño, aprovecho que está así para coger mis bragas, las cuales están al lado de la hoguera, y salgo corriendo de ahí.

Corro y corro por todo el bosque, no sé muy bien a dónde voy, pero no me pienso quedar con Logan después de lo que ha pasado.

-Dios, soy tonta, tengo que ir a la carretera y así con suerte si pasa algún coche le pido que me lleve hasta el muro que divide las dos zonas para poder volver a mi zona.

Ahora corro hacia otra dirección esperando encontrar la carretera. Cuando la encuentro dejo de correr y respiro, estoy reventada de correr tanto.

-A ver si con suerte pasa algún coche...