Capítulo XLIX

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Capítulos finales

*Este capítulo será narrado por tercera persona.

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Una peluca rubia, lentes y un conjunto de su gran amigo Pablo. ¿Quién notaría que fuera la traidora hermana que le quitó el prometido a su hermana?

Nadie lo hizo.

Toda la prensa estuvo más pendiente de sacar fotos y tirar comentarios misóginos que no se percataron que una pelirroja muy arriesgada escapaba por detrás, con la misión de encontrarse con su vieja amiga.

Alessandra empezó a correr mientras sacaba el papel con la dirección del trabajo de Olivia. ¿Qué fue de la vida de su amiga? Se preguntaba con un nudo en la garganta, pensando en lo duro que pudo haber sido perder tanto al amor de su vida como a su familia.

Sintió culpa y dolor, porque ella huyó y se rindió con facilidad.

—Te hubiera buscado más —dijo, sintiéndose culpable.

Al momento que llegó al lugar decidió tomar un respiro. Solo unas tres personas estaban en el restaurante no tan bien conservado, comían unas simples ensaladas o huevos con salchicha, nada tan lujoso como la vida que una vez llevó Olivia. Ella no pertenecía a ese lugar y eso le partía el corazón a la pobre Alessandra.

Abrió la puerta y una campana que anunció su entrada llamó la atención de Olivia. Ambas se vieron sin poder creerlo pero al final de todo ellas eran casi iguales. Eran amigas. Dejaron rienda al llanto y sin tolerarlo más se acercaron, dándose un cálido abrazo.

Un abrazo sincero que solo una amiga de verdad puede darte.

Olivia pasó por tantas desagradables estos dos años sola. Trabajar tiempo completo, vender las pocas cosas que tenía, robar en lugares comida o medicina para su hijo. Todo, hizo todo por su hijo y lo haría una y otras vez. Ella era una madre.

Hizo algunas cosas que quizás jamás estará preparada para contarle a su amiga o decirlas en voz alta pero aún así, ella seguía con ese brillo que tanto la caracterizaba como persona.

—Te extrañe tanto —Alessandra sollozo.

—Yo igual. —Olivia se separó un poco, agarrando el rostro de Alessandra en sus manos—. Estas tan linda.

—Tengo tantas cosas que contarte, pero primero debes renunciar a este horrible trabajo y venirte a vivir conmigo, ¿vale? —le pide, mirándola con ojos suplicantes.

—Te diría que no, pero mi bebé está pasando por un horrible resfriado y prefiero dejar mi orgullo a un costado y tomar tu oferta con un gran sí.

Alessandra sonríe y le alienta con la mirada a ir hablar con su jefe y renunciar por una buena vez, pero antes le agarra de la mano.

—¿Cómo se llama mi sobrino? —pregunta.

—Se llama Preston...igual que su padre —dicho eso, Olivia desaparece, tomando la mejor decisión de su vida. Dejando esta tormentosa etapa y empezar una donde no tenga que sufrir algún tipo de humillación o daño hacia ella o su bebé.

Solo tardó unos minutos hablando con su explotador jefe y cuando recibió su liquidación sonrió de alegría. No volvía a este lugar. Ya no aguantaría a los clientes ebrios que llegan a partir de las doce de la noche. No aguantaría a su jefe y sus toques asquerosos.

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⏰ Última actualización: Aug 14 ⏰

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