13.

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GAVI

Aunque me gustaría poder decir que en esta última semana la situación con Luna se había solucionado, lo cierto es que no era así. Por supuesto que sabía cosas de ella, Sandra se había encargado de mantenerme al día de todo lo que pasaba y también había intentado hacer entrar a su amiga en razón, sin mucho éxito. No me sorprendía porque sabía que era demasiado cabezota y eso, sumado al estrés que debía tener, hacía que cualquier intento de acercamiento a ella fracasase.

- ¿Estás seguro de que ir a su graduación es la mejor opción para que te perdone? -pregunta Pedri sirviéndose un vaso de agua.

- Tengo que intentarlo, ya he hablado con Sandra. -le miro mientras termino de atar los cordones de mi zapatillas.

Hoy se graduaba Luna y aunque estos últimos días mi cabeza no paraba de debatir si ir o no ir, puesto que no había hablado nada con ella y temía empeorar la situación, Sandra se había encargado de convencerme. Como era de esperar, no iría solo. El canario se había empeñado en acompañarme y en parte, lo agradecía.

- Tenemos que tener cuidado. Como nos reconozcan la habremos liado pero bien.

- No te preocupes por eso Pedri. -intento tranquilizar a mi amigo.- Las invitaciones que me ha conseguido su amiga están ubicadas en las últimas filas, es prácticamente imposible que alguien nos reconozca.

- Llevaré mascarillas por si acaso. -frunció el ceño sin fiarse mucho de lo que acababa de decirle. Usar mascarillas se había convertido en nuestro método de camuflaje por excelencia. A pesar de que el coronavirus fuera casi inexistente ya.- ¿Llevas la pulsera que le compraste?

Asentí con la cabeza y nos dispusimos a salir de casa.

- Pero tengo que hablar con ella antes de poder dársela.

Coloqué la dirección del lugar donde sería la ceremonia en el gps del coche y no tardamos en poner rumbo hacia allí ya que, como de costumbre, íbamos tarde. No podía negar que era un manojo de nervios en estos momentos.

LUNA

Camino de un lado a otro del salón de actos donde tendría lugar nuestra graduación. Las familias están empezando a entrar y yo no puedo estar más nerviosa porque este día por fin haya llegado.

- Se me va a salir el corazón por la boca. -comento a Sandra mientras paso mis manos por mi vestido para intentar alisar algunas arrugas. Mi amiga agarra mis manos y levanto mi cabeza al notar su tacto.

- Luna, relájate. Estás increíble y todo va a salir bien. -su sonrisa hace que yo imite su gesto y acto seguido dejo escapar un suspiro.

Desvío mi mirada hacia los asientos. Mis padres charlan animadamente con los padres de Carol y los padres de Sandra. Intento distraer mi mente pero todo me lleva al mismo punto de partida.

- ¿Crees que la estoy cagando? -pregunto volviendo mi vista hacia mi amiga.

Sabe perfectamente a que me refiero, estos últimos días nuestro tema de conversación no iba más allá de hablar de Pablo y, aunque Sandra había intentado por todos los medios que respondiera a los mensajes que él me había estado dejando, algo dentro de mi era incapaz de hacerle frente a la situación. Situación que empeoraba por momentos ya que Pablo había dejado de escribirme poco a poco. Había formado una bola imposible de parar.

ONLINE | Pablo Gavi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora