LUNA
- No me lo puedo creer -anuncia Sira por decima vez desde que pasó a recogerme hace ¿quince minutos? Sí, exactamente eso.
Como era de esperar, en cuanto le conté que Pablo y yo estábamos saliendo oficialmente, no tardó en presentarse en mi casa e improvisar una tarde de chicas en uno de los centros comerciales situado a las afueras de la ciudad. Y teniendo en cuenta que mi novio se encontraba en Sevilla visitando a gran parte de su familia, y que yo no tenía absolutamente nada que hacer, no podía negarme. Mi novio...A pesar de lo bien que suena no termino de acostumbrarme.
- No es para tanto, exagerada -murmuro mientras dejo escapar una ligera sonrisa. Ella frunce el ceño.
- Claro que lo es. Eres la persona que ha hecho asentar la cabeza a Pablo Gavi. Es un hecho histórico. Los chicos deben estar orgullosos -sigue hablando y yo ruedo los ojos. Desbloqueo el móvil y contesto a algunos mensajes que el rey de Roma me ha dejado hace unos minutos-. Espera, ¿lo saben ya?
Elevo mis hombros. Yo no lo he mencionado en ningún momento y dudo que Pablo lo haya hecho. Mis amigas sí que se han enterado, de hecho, fueron las primeras en saberlo pero, no tengo ni la más remota idea de si el sevillano ha comentado algo con sus compañeros de equipo. La morena no espera a que conteste.
- Luego le preguntaré a Ferri -dice despreocupada mientras busca aparcamiento en las instalaciones del centro comercial.
Al ser viernes por la tarde, la zona está a reventar y encontrar un sitio en el que dejar el coche se nos complica más de la cuenta. Estoy a punto de sugerirle cambiar nuestro plan e ir a otro sitio cuando, por un milagro divino, localizamos un hueco libre al final del parking lo suficientemente grande como para aparcar con total comodidad. Ambas sonreímos satisfechas y salimos del coche.
- ¿Preparada para arrasar con todas las tiendas?
- Nunca lo había estado tanto -rio. Sira tira de mi brazo y nos adentramos en la primera de las tiendas.
PABLO GAVI
Estas últimas semanas la vida parece ir a mi favor. El míster está contento, hemos ganado la liga, mi rendimiento ha aumentado notablemente, no he protagonizado ningún tipo de escándalo que me tenga en el punto de mira y mi relación con Luna va mejor de lo que podía llegar a imaginar. Sin duda, estoy en mi mejor momento.
Aprovechando los días que Xavi nos ha dado de descanso antes de irnos a EEUU, he vuelto a Sevilla para visitar a mi familia y pasar aquí todo el tiempo que no puedo disfrutar cuando estamos en plena temporada. Aunque eso no quiere decir que entre partido y partido no haya organizado alguna escapada alguna que otra vez. Volver a casa siempre es necesario.
Termino de cenar mientras intercambio algunos mensajes con Luna. Hemos quedado en llamarnos en cuanto ambos estemos libres. Me ha contado que Sira la ha arrastrado de tiendas para sacarle todo tipo de información respecto a lo nuestro. Lo que me hace pensar en que yo ni siquiera se lo he contado a nadie. Quiero decir, Pedri lo sabe. Joder, es mi mejor amigo, claro que lo sabe. Pero con los demás no he tenido aún esa conversación y, para ser sinceros, dudo que la tenga. Intuyo que se enterarán en cuanto la bese sin ningún tipo de preocupación delante de ellos.
- Mamá, tu hijo está enamorado -la voz de mi hermana hace que levante la vista del teléfono y le lance una mirada asesina.
- No es cierto -me apresuro a mentir.
¿Es demasiado pronto para confirmarlo? No lo sé. Hace tanto tiempo que no estoy en una situación así, que he perdido todo conocimiento respecto a cuando una relación es lo suficientemente formal como para que mis padres sean testigos de ello.
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ONLINE | Pablo Gavi.
Fanfiction"pero tú me viste diferente a lo que ve el resto de la gente quiero que te quedes para siempre y no te quieras ir."