13 | La Familia Walker.
Matías me había invitado a su casa después de lo que había pasado en la plaza.
Su mamá estaba poniendo los platos en la mesa del comedor. Ella me vió muy contenta por mi presencia y no dudó en saludarme de inmediato.
– ¡Dani, Dani, darling!. – dijo ella emocionada –. Que gusto verte por aquí. – me dió un beso en la mejilla y luego me dió otro en la otra mejilla –. ¿Ya comiste?. Sino es así, iré a poner otro plato en la mesa para ti, junto al de el pequeño Mati.
– Mamá. No me avergüenses, por favor. – pidió Matías y ella se acercó a él para darle un tierno beso en la frente
– Okay, okay, pero solo porque me lo pediste "por favor". – sonrió ella y fue a la cocina a poner otro plato para mí en la mesa
– Me agrada tu mamá. – confesé
– Parece Cruella De Vil con su "Dani, darling". – dijo imitando a su mamá y yo no pude evitar reír –. Puedes dejar tu mochila en el sofá. – él se acercó a la ventana que había en la cocina
Yo dejé mi mochila en el sofá junto a la de Matías, como él dijo. También me acerqué a la ventana con curiosidad. Su hermano mayor, Roger, estaba cocinando.
– ¿Qué clase de hechizo estás preparando?. – preguntó Matías y yo sonreí
– Gratin Dauphinois. El favorito de la abuela Arabella. ¿Te acuerdas?. – dijo Roger
Matías me miró con una sonrisa y decidió explicarme:
– La abuela Arabella es nuestra abuela paterna. Ella es francesa y también británica, y ama el Gratin Dauphinois.
– ¿Qué es eso?. – pregunté curiosa
– Son rodajas de papas cocinadas en una mezcla de leche, crema y ajo, cubiertas con queso gratinado. – explicó Roger
– Suena delicioso. – admití
– Y sabe aún más delicioso. – dijo la mamá de Matías detrás de mí tomándome por los hombros –. A la abuela le encanta que Roger lo preparé. Le queda exquisito.
– Si es tan rico como dicen, entonces muero por probarlo. – dije y ellos rieron
– ¿Dónde está papá?. – preguntó Matías
– Oh, no debe de tardar en llegar. – contestó la mamá de Matías
– ¿Sigue en el trabajo a esta hora?.
– Sabes que la cadena de hoteles no se puede majer sola. Ah, y por cierto, tu tía va a venir pronto.
– ¿La tía Estella?. – preguntó Matías con algo de molestia
– Si, tu única tía Estalla.
– ¿Dónde se quedará?. – preguntó Roger
– En mi habitación no. Sabes que quiero mucho a mis plantas y ella no aprecia eso de mí. – dijo Matías
– Lo sé. Se quedará en el hotel de su padre. Ella no viene por temas familiares, sino por temas laborales. – explicó
– ¿Ya tienen todo para la nueva colección de ropa?. – preguntó Roger
– Es lo que vamos a ver.
– ¿Usted trabaja en eso de hacer ropa?. – pregunté
– Así es. Soy diseñadora de modas, y no es mi trabajo, es mi pasión. Soy dueña de "BelleWalker" junto con mi querida cuñada, Estella.
– Suena interesante.
– Lo es. ¿Te gusta la moda?.
– No. Es que casi no le entiendo. – la mamá de Matías rió levemente
– La moda es muy compleja. Y casi siempre es cosa de hacerla, no de entenderla.
– Má, ¿Por qué no le explicas a Daniela lo que es ser diseñadora de modas?. Es que aún no tiene claro su futuro. – dijo Matías
– Por supuesto. Sería un honor hacer eso. – sonrió con dulzura y me guío hasta la sala
Ahí, me platicó todo lo que hacía como diseñadora de modas. Realmente me interesaba mucho todo eso. Me contó que de pequeña veía como su madre hacía la ropa que ella utilizaba y que desde ahí le llamo la atención todo lo relacionado con crear ropa.
Roger nos habló diciendo que ya estaba lista la comida. Nos acercamos al comedor, pero la puerta de la casa se abrió. El señor Walker había llegado.
Su esposa fue a recibirlo con un beso en los labios, que a mí me pareció muy tierno. Él dejo el maletín que tenía en su mano en la mesita de la sala y al verme, me sonrió y me saludó muy amablemente:
– Tú debes ser la famosa Daniela. ¿No es así?. – preguntó y yo asentí con la cabeza –. Es un gusto por fin conocerte. Soy Hector Walker. El padre de Matías. – ambos estrechamos nuestras manos y después nos sentamos en la mesa del comedor
Me dí cuenta que él tenía los mismos ojos que Roger. Se le veían un poquito de pecas debajo de sus ojos y encima de su nariz, igual que a Matías. Tenía un poco de barba algo canosa y su cabello oscuro también tenía algunas canas, pero eso no le quitaba que se veía muy joven. Se veía muy elegante con el traje que tenía puesto.
Matías me ayudó a servirme la comida y mientras lo hacía, escuché que le hablaba a su papá:
– ¿Es cierto que mamá y la tía Estella pondrán una boutique aquí?.
– Sí. Estará cerca del nuevo hotel. Roger se encargará de todo. – ví que Roger asintió con la cabeza mientras servía el refresco de manzana en los vasos
– ¿Lo ves?. – me preguntó Matías –. Roger crea el lugar, papá se encarga de los hoteles y mamá de la moda. Trabajos distintos, pero que se pueden trabajar en conjunto.
– ¿Qué quieres ser tú de grande, Daniela?. – me preguntó el señor Walker
– Aún no lo sé. – confesé
– Pues... Si al final no sigues estudiando por cualquier razón, puedo conseguirte un empleo en el hotel.
– O podrías trabajar conmigo en la boutique. – dijo emocionada la señora Walker
– Sería grandioso. Gracias. – dije con una sonrisa en el rostro
– ¿Y sí Daniela se une a ti para las vacaciones de navidad?. – preguntó el señor Walker viendo a Matías –. Desde que Roger tenía 5 años lo llevamos a las empresas a trabajar en las vacaciones, igual que a Matías. – explicó él –. Puedes empezar con mi esposa haciendo pequeñas cosas.
– Puedes ayudarme a decorar la tienda. Acomodando la ropa, los accesorios. Y te pagaría lo adecuado. – dijo ella
– Sí. Me encantaría.
– Perfecto. Entonces le contaré a tu mamá, para que así sepa que estarás en buenas manos con nosotros. – ella sonrió
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Miss You
Teen Fiction- No quiero que te vayas. - ¿Cuántas Lunas hay jodiendo a la Tierra cada noche?. - Solo una. ¿Pero, y eso qué tiene qué...?. - me interrumpió - Que si vemos la misma Luna al anochecer, significa que no estamos tan lejos como crees.