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17 | La Perspectiva De Matías.

17 | La Perspectiva De Matías.

Daniela Córdoba

Cerré el diario de Matías y volví a ponerlo en su lugar.

Tenía tantas preguntas en mi cabeza que no sabía que hacer con ellas. Cómo, ¿Quién es el tal Larry?. ¿En serio se corta?. ¿Por qué lo hace?. ¿En verdad se sintió así con el beso?. ¿En serio me ama?.

Si le preguntaba a Matías, estaba segura que no me iba a decir.

Y como por arte de magia, Matías apareció haciendo que diera un salto.

- ¿Estás bien?. Te vez pálida. - dijo acercándose a mí

- Sí, es solo que... - tomé su brazo izquierdo y enrolle la manga de su suéter hasta que ví la venda en su muñeca -. ¿Qué te paso?. - le pregunté sin verlo a los ojos

- No es nada. - trato de zafarse de mi agarré pero entonces lo miré a los ojos y ya no lo volvió a intentar

Mi vista se estaba volviendo borrosa. Estaba segura de que iba a llorar.

- Dime que te paso... Por favor.

Matías dudo por varios segundos en decirlo, hasta que por fin lo soltó:

- Me corte. - me miró y una lágrima resbaló por su mejilla derecha -. No sabía que hacer. Quería evitar sentirme mal y en su lugar quería sentir dolor real. Por favor no me juzgues.

- ¿Quién es Larry?. - pregunté y me arrepentí

- ¿Leíste mi diario?.

- Lo siento. - dije -. Sé que estuvo mal, pero no podía quedarme callada. - mis lágrimas también salieron

- No te lamentes. Al contrario. - lo miré y él tomó el diario -. Llévatelo y léelo todo. Si quieres las otras versiones, solo dilo. - hizo una pausa y después continúo -. De alguna forma u otra quería abrirme ante ti para que supieras absolutamente todo de mí. Y que mejor que leas mi diario. Así sabes todos mis traumas, mis miedos, mis deseos, mis fantasías, mis metas, mis sueños, mi historia.

Él me dió un beso en la frente y después guardé el diario en mi mochila.

Salí de su casa y fuí a la mía. Ahí, me encerré en mi cuarto mientas Garfield estaba en la orilla de mi cama. Yo estaba sentada en mi escritorio leyendo el diario de Matías.

No podía creer que tanto fuera su amor por mí que incluso me dió su diario para así conocerlo mejor.

En este diario no había mucha información sobre el tal Larry, pero si decía muchas cosas de mí. Matías me llamaba en su diario: "Mi niña", "Mi pequeñita", "Mi estrellita", pero jamás me llamaba "Daniel" en él; algo raro porque él siempre me llama así.

<Estaba caminando directo a la primaria de mi estrellita.

El clima era de mis favoritos, a nada de llover y con un fuerte aire fresco. Así hasta dan ganas de tomar un café caliente mientas leo mi nuevo libro "Antes De Diciembre" de Joana Marcus.

Sí, por fin, después de tanta espera y tanto haber rogado por el libro, por fin estaba en mi librero.

Me había sentido muy orgulloso por eso, porque yo lo había comprado con mis propios ahorros -que mis padres me habían dado por haber trabajo en el hotel, antes de estar yendo por Daniela a su escuela-.