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La primavera. Estación cuya llegada trae consigo el cambio y hace que el flujo del tiempo vuelva a la normalidad.
Desde días soleados a semanas de lluvia incesante. A pesar de eso, el letargo no habia llegado a su fin.

Una suave llovizna caía en la ciudad esa tarde después de una mañana soleada.

Alhacén observaba las veredas con una cansada expresión mientras se encontraba dentro de aquella cabina apoyado en uno de los cristales. El teléfono reposaba en su mano sin aún haber marcado ningún número.
Cuando el peligrisaceo marcó aquel número al que tanto llamaba con la esperanza de que fuera atendido, llevó el teléfono a su oído escuchando solo los tonos vacíos.

-Kaveh, hoy no hace un buen clima..-susurró mirando la salida de la cabina- estaba considerando traer de regreso a Merak. Los chicos dijeron cuidarlo con gusto pero es mejor no causarles problemas...

El abogado con bastante nostalgia suspiró.

-Ya pasaron tres meses y aún duermes, pero quiero recordarte como todas los días desde entonces que te amo. Te amo..

Al colgar salió de la cabina sintiendo justo la pequeña llovizna empezar a golpearlo. El abrigo que llevaba lo cubrió en su regreso al hospital que ya tanto conocía.
Uno que otro saludo recibió hasta llegar a la habitación observando como Cyno "jugaba" cartas con Kaveh. Este al observarlo lo saludó.

-¿Quién va ganando?

-Es una ronda reñida pero Kaveh va ganado, parece que su suerte mejora.

Alhacén sonrió mientras alcanzaba el libro que le leía a Kaveh.

-Puedes ir a descansar, yo me quedo aquí. Muchas gracias por relevarme un rato y disculpame con Tighnari por las molestias de llamarte en tu día libre.

-No es nada, además, Tighnari habría estado feliz de venir él a ayudar conmigo pero tenia clientes en la floristería -Cyno se levantó mientras guardaba las cartas y tomaba su suerte el cual se colocó- si necesitas algo no dudes en decirlo.

El peliblanco caminó hasta la puerta pero antes de irse se giró a observar a su amigo quien había tomado la mano de Kaveh.

-Alhacén.

-Dime.

-Puedes volver al trabajo cuando desees -aseguró sonriendo- lo sabes.

-Lo se, pero quiero estar aquí para cuando despierte. Imagina lo asustado que se pondrá al verse en un hospital.

-Entiendo, entonces me retiro por hoy. Recuerda comer algo si vas a pasar la noche aquí.

-Muchas gracias.

Alhacén observó como Cyno se retiró al cerrar la puerta. Al desviar su atención a Kaveh llevó su mano a acomodarle un poco su cabello.

-Los chicos quieren que regrese a trabajar para poder distraerme, pero no creo que sea justo para los clientes que yo no de todo de mi para defenderlos -el abogado abrió el libro para poder darle su lectura diaria- mejor te leo literatura romántica que no entiendo del todo pero se que amas escuchar.

El abogado leyó con tranquilidad a un tono suave mientras en ocasiones observaba a Kaveh por si tenia alguna reacción de su parte, sin embargo, el pelirubio solo se mantuvo en su profundo sueño.

-Sabes, en los cuentos de hadas se dice que si se da un beso del verdadero amor se puede despertar a una persona de su profundo sueño -Alhacén dubitó un poco para después reír- ¿te gustaría intentarlo?

Cabina telefonica || kavetham Donde viven las historias. Descúbrelo ahora