Cabina telefonica || kavetham

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Algo inconforme con lo que se llevaba de construcción, Kaveh se mantenía de brazos cruzados sosteniendo de manera firme el almuerzo que le habia preparado a Alhacén frente a aquel sitio sin terminar.

Había decidido ir después de haber hecho una parada por la floristería para saludar a Tighnari y ayudarlo. Sin embargo, estando frente a la estructura exhaló un suspiro viendo como Cyno se acercaba cuando salió de la empresa.

-¿Kaveh? ¿Qué haces aquí?

-No tenia nada que hacer en mi hogar -aclaró mirándolo- ¿Y Alhacén?

-Faruzan le pidió ayuda en analizar un caso, mencionó que vendría apenas termine -respondió Cyno guiando su atención a la construcción- ¿sucede algo?

-No se parece mucho al plano inicial que Alhacén y yo creamos -susurró pensativo- además, estuve pensando ahora que vine. ¿Van a retomar el trabajo?

-Apenas lo iniciaron cuando lo pausé, obvio se verá un poco diferente. Además, ¿has mejorado el diseño?

-Lo hice, y Alhacén antes de venir le dió el visto bueno.

-Entonces es solo de hacer unos ajustes -al recordar su pregunta asintió- en una semana empiezan, aunque si te soy sincero no me gustaría que se retomara hasta que pase el invierno.

-¿Entonces por qué se retomará?

-Mira, Kaveh. El proyecto está a mi nombre pero está financiado por otras personas que, a pesar de tener ya un patrimonio estable, quieren los resultados de su trabajo -aclaró Cyno mirándolo- mientras tengan todos los documentos al día y permisos para construir a pesar de este clima, tienen todo el derecho de seguir con la construcción.
Obvio yo le he dado mi punto de vista en cuanto a los contra de construir con el clima.

-Pero es peligroso.

-Intentaré apelar para posponer el trabajo pero por ahora no puedo interferir en que sigan construyendo. Además, la constructora encargada ya está contratada. Y eso me recuerda, ustedes dos van a trabajar con un chico, se llama Jaldún.

-¿Por?

-Solicitud de uno de los inversionistas, no tengo más detalles.

Kaveh dubitó un poco pero al no tener más opción que aceptar solo hizo un asentimiento con su cabeza.

Cuando Cyno se retiró siguió observando aquella estructura un instante antes de caminar hasta la entrada del juzgado para esperar a Alhacén y entregarle el almuerzo que le había prometido.

Poco a poco los minutos pasaron hasta terminar el almuerzo.

Kaveh solo suspiró aferrándose al almuerzo antes de entrar al juzgado y caminar hasta la zona de recepción. Ahí, una amable chica lo atendió.

-Disculpe, dudo que suceda pero...¿conoce al abogado Alhaitham?

-Todos lo conocemos, es un gran profesional -aseguró la chica- hace unos diez minutos salió con la señorita Faruzan para almorzar, pero apenas llegue le puedo entregar su recado.

Kaveh al escuchar eso, dejó el almuerzo ahí y sin prisa se retiró sin decir nada. Ya fuera soltó el aire que había retenido.

¿En que momento había salido que no lo vio?

Sintiendo una presión en su pecho que conocía por una relación pasada, empezó a caminar en dirección a la casa mientras divagaba un poco.
No desconfiaba de ninguno, pero en ocasiones los traumas jugaban malas pasadas.