♡ Especial Cyonari ♡

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¿Cuantos días llevaban en la playa disfrutando de unas merecidas vacaciones? Un poco más de la semana que tenían planeado.

Siendo un día bastante tranquilo, Tighnari se encontraba sentado en una silla playera cubriéndose con un paraguas grande para que su piel no se dañara. A su lado reposaba una bebida recién servida y su ropaje era color oscuro y holgado.

Bastante tranquilo observó a Cyno y Alhacén hacer una competencia por quien realizaba un castillo de arena digno de elogios. Divertido se sentó mejor sobre la silla viendo justo cuando Kaveh se acercó y se sentó en la arena bajo la sombra evitando así el sol.

-¿Como es que Alhacén aceptó hacer esto? -cuestionó divertido viendo la sonrisa que Kaveh mostró- ¿fuiste tú?

-Le dije que me gustaria ver un castillo de arena hecho por él, pero que si no queria que estaba bien -Kaveh acomodó un poco su cabello- que no pasaba nada si no quería.

-Ya entendí.

Al reír alcanzó su bebida a la cual le dio un sorbo.

-Nari, ¿puedo preguntarte algo?

-Claro, ¿qué sucede?

-¿Como se conocieron ustedes dos? Digo, Cyno es un juez y tú tienes una floristería. Son profesiones bastante opuestas.

Ante su pregunta solo sonrió ganándose negaciones de parte del rubio.

-Si no quieres no hay problema.

-Fue hace un tiempo -susurró observando a su novio- así como Alhacén te salvó ti, Cyno me salvó a mi.

Kaveh lo observó y en como Tighnari observaba con amor y agradecimiento al juez.

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[ ❀ Cuando las camelias hablan ❀ ]

Por que cuando el amor es verdadero, el tiempo pasa a ser segundo plano.

Una mañana soleada de dos veranos atrás. El sonido de una tostadora resonó por la casa y el de unos zapatos bajar las escaleras con prisa se hicieron presentes.

Tighnari quien tenia el desayuno ya listo observó a su hermana entrar al comedor.

-Collei, come algo antes de irte.

-Lo siento, voy tarde y no puedo comer.

-Collei -llamó el pelinegro con una sonrisa- come algo antes de irte.

La chica observó nerviosa a su hermano al saber lo insistente que era, pero no podia culparlo, desde que quedaron solos él se había hecho cargo y a duros esfuerzos montó una floristería para tener sustento.

Obedeciendolo se sentó viendo la comida, agradeciendo antes de comer.

-Hoy llegaré un poco más tarde después de salir. Unas amigas quieren hacer una visita al karaoke.

-No tengo problemas con eso, pero si te pido que tengas cuidado y siempre estes atenta -Tighnari se sentó para acompañarla en el desayuno- avisame cuando llegues al lugar.

-Lo haré, lo prometo.

El pelinegro le sonrió con confianza empezando así su mañana con tranquilidad y una charla amena.
La última para ambos.

Tighnari despidió a su hermana al verla irse con unas amigas.

Relajado siguió su día entre algunos clientes que llegaban a comprar ramos y otros simplemente observaban.

Cabina telefonica || kavetham Donde viven las historias. Descúbrelo ahora