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Alhacén observaba en silencio como Kaveh descansaba, en como el rastro de lágrimas prevalecía sobre sus mejillas y como abrazaba uno de los cojines de la cama donde dormía.

-Dime, Cyno -Alhacén susurró sin girarse a mirar a su amigo- ¿Qué tan grave seria mi delito si voy y golpeo a ese imbécil?

-No hagas ninguna tontería que afecte más a Kaveh -ordenó Cyno quien reposado en el marco de la puerta se cruzó de brazos- deja que de ese asunto sea yo quien me encargue. Por ahora solo asegurate de no causarle tantos problemas a él.
Además, ¿por qué preguntas si tú eres abogado y sabes las leyes? En fin...

-¿Problemas?

-Tighnari mencionó que al parecer Kaveh y tú tuvieron alguna discusión.

Alhacén observó a su amigo al escucharlo y después guió su mirada a Kaveh quien se removió un poco.

-No hemos discutido, pero sucedió algo que puede ser la causa de su enojo hacia mi.

-No te pediré que me digas que sucede, pero si que mantengan las cosas en paz entre ustedes.

-Como sea -Alhacén se sentó un instante en el borde de la cama dirigiendo su atención a Cyno- ¿Qué haces aquí?

-Tuve un inconveniente con mi moto así que pasé la noche aquí ya que me quedaba de paso -aclaró con tranquilidad- ya sabes.

-No veo ninguna de tus pertenencias en esta habitación. -el peligrisaceo ladeó su cabeza- ¿donde dormiste?

-Con Tighnari -respondió sin mucho detalle- su cama es más agradable para dormir.

Alhacén se abstuvo de hacer cualquier comentario ante esos datos, sin embargo, una suave risa escapó de sus labios.

Antes de que Cyno preguntara que sucedia, el peligrisaceo cubrió su boca al toser.

-Supongo que hoy tampoco irás a trabajar.

-Solo es un resfriado -aclaró bajando la mirada- pero tengo otro motivo para no querer ir hoy.

Cyno quien entendió sin necesidad de escuchar lo siguiente, se retiró de la habitación después de susurrar un "de acuerdo".

Cuando Alhacén lo vio cerrar la puerta, observó un instante a Kaveh.
Algo pensativo llevó su mano a correr un poco el cabello que caía por su rostro viendo así como con su boca un poco abierta respiraba tranquilo

Al deshacerse de sus zapatos y suerter, dubitó un poco.

-Dime, ¿puedo descansar a tu lado? -cuestionó viéndolo removerse un poco- a pesar de todo, aún sigo resfriado.

Sin hacer mucho ruido o movimiento para no despertarlo, Alhacén despues de apagar la luz se recostó a su lado pero sin abrigarse. En silencio observó como por la ventana de la habitación entraba la luz.

¿Debia obedecer a Cyno y no hacer nada?
Tal vez solo debía esperar a ver que era lo que quería Kaveh. No podía darse el lujo lastimarlo más.

Poco a poco sus ojos se fueron cerrando a causa de la tranquilidad que liberaba ese hogar y al calor de la chimenea que se colaba por cada rincón de la casa siendole inevitable no dormirse con facilidad.

Los dos chicos durmieron relajados en esa habitación por un gran rato, inclusive cuando Cyno se fue y Tighnari permaneció en la floristería atendiendo a las personas que llegaban.

Pasando un gran rato, Kaveh se removió un poco abriendo con algo de dificultad los ojos al aún estar adormilado.
Bastante cómodo cubrió su boca al bostezar hasta apoyar su mano en donde creía que era un cojín.

Cabina telefonica || kavetham Donde viven las historias. Descúbrelo ahora