Búsqueda II

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Pasó mucho tiempo buscando a las demás, pero no encontraban rastro de ninguna. Las piernas de Futaro no podían soportar el peso de Miku por más tiempo.

—Ya no puedo más, pesas mucho — dijo Futaro, y Miku se apenó por querer seguir siendo cargada.

—Ya no puedo más, pesas mucho — dijo Futaro, y Miku se apenó por querer seguir siendo cargada

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Futaro llevó a Miku a unas escaleras cercanas y le puso un vendaje en su herida.

—Muchas gracias, Futaro, aunque podríamos parar y seguir con la búsqueda — dijo Miku enojada.

—No te preocupes, luego me devuelves el vendaje. Solo tenemos uno en la casa y es para emergencias.

—¿Te duele el golpe que te dio el señor? — preguntó Miku

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—¿Te duele el golpe que te dio el señor? — preguntó Miku.

—La verdad no, estoy acostumbrado a cosas peores. ¿Sabes en qué trabaja tu hermana? Me preocupa verla relacionada con ese señor.

—Nunca nos dijo en qué trabaja, siempre nos dijo que nos lo diría a su debido tiempo. Pero recuerdo haber visto a ese señor antes. Salí en la noche a comprar pan para el día siguiente y vi a Ichika salir del coche del señor.

 Salí en la noche a comprar pan para el día siguiente y vi a Ichika salir del coche del señor

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—Yo también lo vi cuando acompañé a Nino afuera. Sé que es linda, pero es problemático que esté involucrada en ese tipo de trabajos. Es menor de edad y no entiendo por qué trabaja si no les falta dinero.

Quintillizas Vol 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora