Quintillizas I

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JULIO 2018 

El instituto de Yokohama es una de las instituciones públicas más desafiantes de Japón. Su comedor es conocido por su variada gama de platos a precios tanto altos como bajos. El menú de carne es el preferido por muchos, que incluye un plato de arroz, carne de res, limonada y ensalada de papas por un precio de 5 dólares. La repartidora, mientras servía a los estudiantes, notó que en la fila se encontraba alguien pidiendo el menú de una manera peculiar: Futaro Uesugi.

 La repartidora, mientras servía a los estudiantes, notó que en la fila se encontraba alguien pidiendo el menú de una manera peculiar: Futaro Uesugi

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—Deme el menú que a menudo pido —dijo Futaro cuando llegó su turno, dirigiéndose a la repartidora.

—Joven, ¿por qué eliges el menú de carne, pero excluyes la carne? —expresó la repartidora con curiosidad.

—Lo ordeno porque es más económico. Además, la normativa del instituto permite omitir condimentos, lo que reduce el precio. De todas formas, ya he probado la carne en el pasado y no me agradó.

De manera algo brusca, debido al comentario de Futaro sobre la carne, la repartidora le entregó su almuerzo

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De manera algo brusca, debido al comentario de Futaro sobre la carne, la repartidora le entregó su almuerzo. Después de recibirlo, Futaro buscó una mesa disponible y mientras lo hacía, escuchó murmullos y burlas a su alrededor por su elección de menú. La situación empezaba a frustrarlo debido a la falta de espacio y la multitud. Entre la multitud, un estudiante pasó corriendo, derramando algo de su bebida. A pesar de la molestia, Futaro decidió ignorar el incómodo incidente. Con su frustración creciendo, finalmente encontró una mesa libre y, mientras se acercaba a ella, notó a una muchacha que también se dirigía hacia la misma mesa. Al ver que ella estaba acelerando su paso, Futaro hizo lo mismo, resultando en una situación donde ambos llegaron a la mesa al mismo tiempo y pusieron sus platos en ella.

—Yo llegué aquí primero. ¿Puedes retirarte? —dijo la chica de manera agresiva.

 ¿Puedes retirarte? —dijo la chica de manera agresiva

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