Previo a la boda VI

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Raiha y el padre de Futaro lograron llegar a la iglesia, a pesar de que les dijeron que llegaran temprano, tardaron en llegar porque fueron caminando.

—Hija, sube al cuarto de Futaro, debe estar en el segundo piso, y entrégale los anillos.

—Sí, papá —dijo Raiha mientras subía al segundo piso.

Mientras subía, no podía creer lo imponente que resultaba ser esa iglesia, por lo que decidió bajar de los pisos y explorar la zona.

Mientras subía, no podía creer lo imponente que resultaba ser esa iglesia, por lo que decidió bajar de los pisos y explorar la zona

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—Vaya, este comedor es hermoso, aquí pueden almorzar muchas personas, mi hermanito sí que es afortunado.

Después de mirar por un tiempo el comedor, decidió nuevamente subir las escaleras. Al estar en el segundo piso, en ese momento logró ver la habitación donde estaba la futura esposa. A pesar de estar cerrada, Raiha sintió curiosidad y quiso ver por la mirilla de la puerta.

Tan solo acercar su ojo en la mirilla, la asistente de la esposa se dio cuenta de lo que estaba haciendo, llamándole la atención y haciendo que se retirara

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Tan solo acercar su ojo en la mirilla, la asistente de la esposa se dio cuenta de lo que estaba haciendo, llamándole la atención y haciendo que se retirara.

Cuando Raiha entró al cuarto de su hermano, se dio cuenta de lo profundamente dormido que se encontraba.

—¡Hermanito! Despierta —gritó Raiha, pero Futaro no se inmutaba de su sueño, dejando de intentar despertarlo

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—¡Hermanito! Despierta —gritó Raiha, pero Futaro no se inmutaba de su sueño, dejando de intentar despertarlo.

—¡Despierta! —volvió a intentarlo, pero Futaro seguía dormido.

—No puedo creer que mi hermano se vaya a casar, parece que no le importara

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—No puedo creer que mi hermano se vaya a casar, parece que no le importara.

Raiha se encontraba decepcionada de su hermano. Este día tendría que ser especial para él, pero lo encontró dormido.

Mientras Raiha le dejaba el anillo en la mesa, se percata de que en su muñeca se encontraba el brazalete que ella hizo, entrándole mucha nostalgia

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Mientras Raiha le dejaba el anillo en la mesa, se percata de que en su muñeca se encontraba el brazalete que ella hizo, entrándole mucha nostalgia.

—Así que se lo prometiste, hermanito. Me retracto, sí te importa mucho esta boda. Seguramente estás cansado. Sigue descansando, hermanito.

Raiha recibe una llamada de su padre y contesta

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Raiha recibe una llamada de su padre y contesta.

—Hola papá, ya le entregué los anillos a Futaro.

—Qué buena hija. Baja que llegaron los abuelos.

—En seguida bajo —dijo Raiha antes de colgar la llamada.

—Cuídate, hermanito. Felicidades por la boda.

 Felicidades por la boda

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Quintillizas Vol 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora