Pov Giselle:
15 de septiembre , el día que marcaría una fecha importante en mi vida. Mi boda. Siempre había soñado con este momento, visualizando cada detalle, cada emoción que sentiría al caminar hacia el altar. Pero en medio de toda esa anticipación y emoción, había una nube de dudas y confusión que no podía evitar sentir. Estaba a punto de dar uno de los pasos más significativos de mi vida, y sin embargo, algo dentro de mí se tambaleaba.
No quiero que malinterpreten mis sentimientos. Siempre supe que quería casarme, que quería compartir mi vida con alguien especial. Había imaginado el vestido perfecto, incluso varios vestidos, porque no me conformaría con uno solo durante toda la noche. Visualicé una boda íntima, rodeada de amigos y familiares cercanos, celebrando el amor y la unión.
Mis pensamientos estaban dando vueltas en mi mente cuando Pierre, como si leyera mis pensamientos, se acercó y me ofreció un paseo solo para nosotros dos. No pude evitar esbozar una sonrisa a pesar de todo. A veces, parecía que él podía percibir mis pensamientos antes de que yo misma los comprendiera por completo.
Sentir la velocidad de las cuatrimotos mientras competía con Pierre, el viento azotando mi rostro, nuestras risas que resonaban en el aire; todo eso era exactamente lo que necesitaba en ese momento. Cada segundo de esa experiencia estaba lleno de una sensación de libertad y alegría que había extrañado profundamente. Y en gran medida, sabía que tenía a Pierre que agradecer por ello.
Después de nuestra emocionante aventura en la playa, regresamos a la casa, donde nuestros amigos nos esperaban con miradas de preocupación.
- Hasta que se acuerdan que tienen casa - dijo Charles con su típico tono sarcástico.
- Te dije que estaban juntos - Max no pudo evitar soltar una risa.
Con una risa, entramos en la casa para cambiarnos de ropa. Mi ropa mojada me pegaba a la piel, así que no podía esperar para ponerme algo seco. Mientras me dirigía a mi habitación, Vittoria entró con una expresión nerviosa en el rostro.
- ¿Puedo hablar contigo? - preguntó, mirando a mi alrededor como si estuviera preocupada de que alguien pudiera escuchar. Asentí, comprendiendo que tenía algo importante que compartir.
- Nos vemos en 5 minutos en el auto - le dije en voz baja. Su mirada se iluminó con entendimiento, y asintió antes de salir de la habitación.
Me cambié rápidamente de ropa, ansiosa por descubrir qué tenía que decirme Vittoria. Bajé las escaleras y me encontré con los chicos reunidos en la sala, todos concentrados en ver "Top Gun". Intenté pasar de puntillas, pero mi torpeza hizo que chocara con una mesita de cristal, atrayendo la atención de todos hacia mí.
- ¿Vas a algún lado? - preguntó Arthur, con su característico tono juguetón. Respiré hondo y les sonreí, tratando de disimular mi apuro.
- Sí, es una especie de emergencia - respondí, esperando que no notaran mi nerviosismo.Pero Vittoria estaba fuera, haciendo señas para que me apresurara. Las miradas de curiosidad se centraron en mí.
- ¿Qué tipo de emergencia amerita que salgas con tus tacones y bolsa Christian Dior? - Max no pudo evitar preguntar con una sonrisa burlona.
En ese momento, sentí que todos los ojos estaban puestos en mí, esperando una respuesta. Busqué una explicación rápida.
- ¡Toallas, necesito toallas, ¡¿ok?! - exclamé, esperando que esa excusa los sacara de la pista. Hubo un coro de asentimientos y un "ohhh" colectivo mientras asentían con comprensión. Parecía que habían aceptado mi explicación y volvieron su atención a la película.
- Ok, ¡buena suerte! - dijo Yuki antes de que todos regresaran a la acción en la pantalla.
Con un suspiro de alivio, me dirigí hacia la puerta donde Vittoria me esperaba impaciente. Parecía que había logrado salir de esa situación sin levantar demasiadas sospechas.
~ ~ ~
Estacioné el auto y Vittoria me miró asombrada.
- ¿Era necesario? - preguntó, con una mezcla de diversión y sorpresa - Esta pudo ser una conversación en tu habitación con helado y mascarillas - Miré al lugar que había elegido y luego a ella, esbozando una sonrisa traviesa.
- Sí, pero es mejor aquí. Además, hace mucho que no pasamos tiempo de mejores amigas y hoy Charles invita - respondí, mostrándole la tarjeta de crédito que había tomado antes de salir.
Bajamos del auto y nos dirigimos hacia la cafetería DIOR, listas para tener una conversación importante como se debe.
Nos condujeron a nuestra mesa y tras tomar nuestras órdenes, Vittoria suspiró como si llevara un peso en su pecho. La miré preocupada e intrigada mientras sostenía mi bebida.
- Esto que te voy a decir no es fácil, Gi. Tú me conoces mejor que nadie y esto es algo realmente impactante - Vitto parecía nerviosa y sus palabras aumentaron mi curiosidad.
- Suéltalo, Vitto. Me estás asustando —dije, intentando mantener la calma. Ella cerró los ojos como reuniendo valor y finalmente soltó lo que tenía dentro.
- Me gusta un hombre, ¡listo! Lo dije -
La revelación de Vittoria me dejó sin palabras. Sabía que esto era algo serio, porque mi amiga era la personificación de la actitud "odia hombres tres mil" y si alguien podía ser el testigo más confiable seguro sería Pierre. Intenté mantener mi compostura, aunque por dentro estaba en shock.
- Ok, ok. ¿Y quién es, Vitto? - pregunté, tratando de asimilarlo.Ella me miró con seriedad antes de pronunciar un nombre que hizo que casi me cayera de mi silla.
- Carlos - confesó, y sentí que tenía que aferrarme a la mesa para no caerme de la silla. Mis ojos se abrieron como platos y sentí cómo mi mandíbula caía al suelo. Carlos, de todos los hombres, era el que menos me esperaba.
- ¡Entonces sí pasó algo en la fiesta del yate! - exclamé, finalmente haciendo clic en las piezas del rompecabezas. Vitto simplemente asintió
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ᴀꜰᴛᴇʀɢʟᴏᴡ ❘ ᴘɪᴇʀʀᴇ ɢᴀꜱʟʏ
Fanfictionᴛᴇʟʟ ᴍᴇ ᴛʜᴀᴛ ɪ'ᴍ ᴀʟʟ ʏᴏᴜ ᴡᴀɴᴛ ᴇᴠᴇɴ ᴡʜᴇɴ ɪ ʙʀᴇᴀᴋ ʏᴏᴜʀ ʜᴇᴀʀᴛ