Hannah Baker jamás imaginó que un día normal podía cambiar tanto. Acostumbrada a trabajar y mantener a su hermana, había olvidado lo que desea realmente hacer con su vida.
Por suerte, el Doctor le mostrará que el mundo es mucho más que trabajo y re...
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Hannah despertó en el suelo, se encontraba desorientada y un poco dolorida, probablemente de una mala postura. Tenía un terrible dolor de cabeza y nada de lo que veía a su alrededor le resultaba familiar. Estaba demasiado oscuro, salvo por unas luces brillantes en el techo, que le recordó a pequeñas estrellas.
-En dos minutos comienza el programa, prepárate. -dijo una mujer de cabello castaño, recogido en una coleta. Llevaba un traje negro, formal.
-¿Programa? ¿de qué estás hablando? -Hannah se incorporó, levantándose despacio. Ni sabía quién era esa mujer, ni sabía donde estaba. Intentó recordar cómo había llegado ahí, pero le dolía la cabeza.
-Es el transmat. Se te pasará. Te encuentras en el programa "lluvia de estrellas", tienes que cantar el tiempo que aparece en pantalla, la canción da igual. -explicó la mujer. Llevaba unos auriculares pequeños en la oreja.
-¿Y si no lo hago? Yo no debería estar aquí. -Hannah se sentía nerviosa, estaba sola en un lugar desconocido. ¿Dónde estaba el resto? Consiguió recordaba estar en la TARDIS con el Doctor, Rose y Jack, volvían del planeta Raxacoricofallapatorius, de dejar el huevo. ¿Cómo había llegado ahí?
La mujer señaló el techo, hacía las bombillas.
-Si dejas de cantar la gente votará como lo has hecho hasta ese momento. Si lo has hecho bien solo te dejará ciega pero si lo haces mal te desintegrara. -dijo la mujer como si nada.
-¿Cómo has dicho? -quizás había escuchado mal. Hannah estaba asustada.
-Transmitiendo en 3, 2, 1... Bienvenidos un día más a "lluvia de estrellas", hoy tenemos a una nueva invitada que lo dará todo para sorprendernos. ¿Cómo te llamás?
Hannah miró a su alrededor confusa. Recordaba una luz blanca brillante y luego... nada, cuando despertó ahí estaba, sola. No sabía cómo salir de allí, solo había una salida ¿le daría tiempo a llegar?
-Hannah... -murmuró
-Encantada de conocerte Hannah. Como ya sabrás en la pantalla aparecerá los minutos que tienes que estar cantando y nuestro público votará como de bien o mal lo has hecho ¿preparada?
-No, pero tampoco es que tenga opción. -dijo Hannah encogiéndose de hombros.
Todo se quedó casi a oscuras salvo por un pequeño foco que la iluminaba, una alarma indicó que el juego comenzaba. Respiró profundamente intentando calmar sus nervios y cantó.
No se consideraba buena cantante. Las únicas ocasiones en las que había cantado en su vida había sido en la ducha o cuando iba con su hermana a un karaoke. Recordó aquellos momentos con Josie y se sintió mucho más tranquila, se imaginó en el karaoke cantando, recordando aquellas canciones.
El tiempo siguió pasando mientras cantaba, estaba a punto de terminar cuando la puerta se abrió de golpe. La primera persona que vio fue Jack, él le hizo un gesto para que corriese hacia ellos, mientras apuntaba al resto con un arma tan grande que debía cargarla con ambas manos. Tras él estaba el Doctor, ni siquiera lo dudo y salió corriendo, como jamás en su vida había corrido, antes de que el brillo de las bombillas la desintegrase. Fue directa a los brazos del Doctor, chocando como si fueran dos planetas comisionando, lo abrazó con fuerza. Sintió como él le devolvía el abrazo, rodeándola y estrechándola entre sus brazos. Ninguno dijo nada, pero no era necesario. Ella estaba asustada y nerviosa, no entendía qué hacía allí y verse sola era horrible. Odiaba y le aterraba quedarse sola.
