TRAVIS
Le digo a Levi que se espere en el coche y salgo rápido. No creo que tarde, sino que se ponga música para entretenerse. Toco numeradas veces al timbre hasta que mi amigo me recibe con el ceño fruncido.
– ¿Por qué tanta insistencia?
– ¡Camille! - alzo la voz.
– Calla, estúpido, está durmiendo al niño – me regaña.
– Son las doce de la mañana.
– Tiene fiebre.
Voy hacia la licorera, me sirvo un trago de Whisky y me lo bebo del tirón.
– Estás alterado – me mira desde el marco de la puerta.
– No me había dado cuenta.
– ¿Por qué? Si tu simpatía me permite saberlo, claro.
– Por nada en especial.
– Cuéntale el cuento a otro.
– ¡Camille! - me estreso - ¡Por el amor de Dios!
– ¿Qué quieres? - aparece por la puerta con gesto cansado – No tengo ganas de aguantarte. Llegué ayer de un viaje y he pasado la noche en vela con mi hijo malo. No estoy para tonterías – avisa.
– La última vez que hablamos, me dejaste con la palabra en la boca – gruño yendo hacia ella – Y a mi nadie me deja con cosas que decir.
– Travis, me aburres. Al grano – pone los ojos en blanco.
– ¿Se puede saber porqué estas de su parte y no de la mía?
– No voy a romper la relación con ella por ti. Tampoco al revés.
– Yo soy tu amigo de toda la vida. Ella ni siquiera lo es.
– Dejémoslo en que es alguien importante para mi. ¿Solo has venido para esto? Qué pérdida de tiempo – se deja caer en el sofá.
– Viendo que no pinto nada aquí, bajaré un rato al gimnasio.
Veo de reojo como mi amigo desaparece sin prestarnos más atención.
– Te vas a Italia y me entero a los días. Encima te vas con ella.
– ¿Algún problema? - me mira con indiferencia.
– Camille – me pongo en frente de ella – Soy tu amigo.
– Lo sé. Por eso no sé a qué viene todo esto – se levanta hasta quedar a mi altura.
– ¿En serio la prefieres a ella? - pregunto angustiado.
– No prefiero a ninguno. Ambos sois importantes, cada uno en su proporción.
– ¿Le han dado el puesto?
– Se lo han dado.
Su afirmación me aprieta el corazón. Eso significa que Irina va a pasar tiempo fuera de aquí. No lo puedo permitir.
– ¿Dónde está? Necesito encontrarla.
– No lo sé.
– Camille – mascullo – Sí lo sabes.
– Te prometo que no.
– No voy a hacer nada, simplemente quiero hablar con ella.
– Llámala.
– Gracias. No se me había ocurrido – hablo irónico.
– Será lo mejor, créeme.
Sus ojos me observan con una mezcla de pena y nostalgia. Odio ser mirado así. Al ver que no consigo nada de información, salgo de su casa y me monto en el coche de nuevo.
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180 DÍAS PARA RECONQUISTARTE [TERMINADA]
Romance** BILOGÍA 180 DÍAS** *LIBRO 2* Irina No sabe quién soy. Recuerdo todo y me hundo. Quiero hacerle ver que una vez, fuimos el uno para el otro. Aunque me apague en el proceso. Travis No sé quién es. No recuerdo nada y me frustro. Estoy dispuesto a e...