💸 24. NOSOTROS 💸

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TRAVIS

He decidido quedarme unos días más en El Havre. Después de los días que he pasado con Irina, mi mente necesita un poco de tranquilidad antes de volver a verla.

Por más que me repito que no es nadie en mi vida, mi cuerpo no parece hacer caso. Reacciona ante ella como si en vez de no ser nadie, lo fuera todo. Así que por mi bienestar, es mejor que pase unos días sin verla a ella y al entrometido de su amigo. Hasta que mi persona sea consciente de que el juego con Irina se ha acabado. Que es mi empleada y nada más. Y tengo muy claro que no volveré a contratarla cuando pase el año. Todavía quedan cuatro meses y me parece una eternidad de tiempo. Pero siempre he podido con todo, esto no va a ser menos.

Estos días solo con Leo me han servido para distraerme y avanzar más rápido en la búsqueda sobre la vida de Marc y el porqué de sus acciones. Todavía no hemos obtenido nada importante, pero algo me dice que estamos a punto de hacerlo.

También tengo cosas importantes sobre las que hablar con Rubo, así que lo he citado para que venga cuanto antes.

– Travis – me saluda cuando le abro la puerta – Estaba a punto de viajar hacia París. Me dijiste que Irina se fue y ya no tenía porqué estar aquí.

– Tenemos que hablar – le dejo pasar – Y aquí es más tranquilo. En casa estarán todos.

Como en esta casa no tengo despacho, le pido que se siente en el sofá del salón. Le ofrezco algo de beber pero lo rechaza educadamente.

– ¿Cómo ha respondido Irina al tratamiento?

– Bien. Está en perfectas condiciones – asiento.

– Entonces supongo que ella no será el motivo principal de mi visita.

– No – yo sí que me echo un vaso de Whisky y le doy un buen trago – Soy yo. He... - trago duro – He recordado. Cosas.

Su sonrisa desaparece de un plumazo y sus facciones denotan preocupación y alerta.

– ¿Cómo has dicho? - se acerca mostrándose atento.

– Me dan... flashes – explico de la mejor manera que puedo – Imágenes borrosas, algunos recuerdos.

– ¿Puntuales?

– Si. Es como... si quisiera recordar más pero no pudiera. Es raro.

Saca una pequeña libreta de su maletín negro y coge un bolígrafo entre sus dedos.

– ¿Puedes decirme que clases de recuerdos tienes? - me mira por encima de sus gafas.

– El día que recibí un pijama como regalo... recuerdo que alguien me regaló uno. El día de mi cumpleaños, si no me equivoco.

– ¿Y ese alguien...

– Es Irina. A ella también la he visto en el recuerdo – asiento.

– ¿Qué más?

– Recuerdo que... - trago duro haciendo memoria – Me encapriché de unos pasteles que no tengo recuerdo de haberlos probado antes. Tengo el sabor y la imagen de ellos metido en la mente.

– ¿Y estás seguro de que no los has probado antes de este último año?

– Segurísimo, y tengo la prueba de ello. Le pedí a Nina que los cocinara pero... me dijo que fue obra de Irina. Y yo no la conocía antes.

– Pijama, pasteles... - apunta con el ceño fruncido - ¿Algo más?

– Tengo una imagen nítida de Irina en una sala de hospital. Ambos estábamos ingresados. No recuerdo conversaciones pero si miradas.

180 DÍAS PARA RECONQUISTARTE [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora