Bajo la luna

09 | Segundas intenciones

09 | Segundas intenciones

Kiran

Ha pasado una semana desde el cumpleaños, y pude notar como Ayla había cambiado un poco su comportamiento conmigo. Tal vez era porque a su padre le caía bien o puede que por la conversación que tuvimos aquel día. Igualmente sea como sea, me alegro de que entienda que no solo vivo para molestarla y espero lograr que confíe más en mí.

También en esta semana me volví más unido a la víbora, resultó no ser tan venenosa como pensaba así que la adoptamos. Ahora siempre estamos nosotros tres juntos en el instituto, aunque en el regreso a casa siempre somos Miller y yo.

Sí, es obvio que sigo acompañándola a casa, y ahora más que su padre y yo tenemos una relación más unida.

Hoy es un buen día. No hay una razón específica para sentirme así, simplemente tengo la sensación de que todo va a ir bien.

Con ese sentimiento, bajo por las escaleras para dirigirme a la cocina. La sala está conectada con esta, lo único que las separa es una pequeña isleta. Debo admitir que tengo una casa grande, no necesito más que esto, y además la decoración hace todo más acogedor. Eso es gracias a mamá, trabaja como diseñadora de interiores y a decir verdad es muy buena en ello.

Cuando me asomo a la estancia, me apoyo en la isleta mientras observo una cabeza castaña oscura revolviendo la nevera.

ꟷMike...

El niño da un respingo y se gira agrandando sus ojos marrones. Puedo ver en sus manos todo tipo de comida, desde bolsas de frituras hasta botellas de refresco, pero está claro que nada saludable.

ꟷ¿Qué te he dicho de saquear nuestra nevera? La próxima vez puedo no ser yo, ya sabes. ꟷle advierto.

ꟷ¡Pero es que tenía hambre! Tengo que mantener este cuerpecito sabroso. ꟷsonreía mientras contoneaba las caderas.

Mi risa comenzó a sonar, este niño era muy peculiar pero llegaba a sacarte alguna que otra carcajada.

ꟷ¿Eso es lo que le dirás al señor O'Connor?

ꟷ¡¿Qué?! ꟷabrió mucho sus ojosꟷ ¡Soy demasiado joven para morir! ¿Cómo podrá sobrevivir la humanidad sin esta preciosura? ¿Cómo moriré yo sin mi panza llena?

Mike continuó divagando así como era él, tan dramático. Una puerta se abrió y una cara molesta apareció, era mi hermano en busca de su amigo.

ꟷTe dije que te quedaras en la habitación. ꟷsu tono era serio, pero era el usual en él.

Mike y Peter son mejores amigos desde los cinco años, recuerdo que eran inseparables. Hoy en día aunque mi hermano haya perdido esa felicidad y energía que lo caracterizaba, Mike sigue estando ahí aceptándolo como es. Me alegra mucho que tenga un amigo en quien apoyarse, porque yo solo no puedo animarlo después de todo lo que hace papá.

ꟷ¡Petie! ꟷcorrió hacia mi hermano emocionadoꟷ Pensé que te había perdido, ¿has venido a rescatarme? ꟷcomenzó a fingir sus sollozos.

ꟷNo. ꟷintentó evitar salir de su cara seria, pero una pequeña sonrisa se asomóꟷ He venido a matarte como no vuelvas a mi habitación.

ꟷUy, que atrevido. ꟷse burlóꟷ Pero... ¿no te parece muy pronto para esas cochinadas?

No hicieron falta palabras. La mirada de mi hermano se dirigió a él como un imán, sus ojos reflejaban ganas de acuchillarlo en ese momento. Mike entendiendo que había despertado la furia de su amigo, agarró la comida y se volvió a mí.