27 | Una no muy grata sorpresa
Ayla
Me sentía amenazada todo el tiempo.
Mis vellos se erizaban y todo mi sistema nervioso estaba en alerta. No podía dejar de mirar hacia todos los rincones de la casa con la esperanza de no encontrar nada extraño.
Era imposible aliviar el miedo que sentía al pensar en aquel mensaje.
Tragué saliva con dificultad y tras servirme un vaso de agua, me senté en uno de los altos taburetes de la barra de la cocina. Comencé a tamborilear mis dedos en el mármol de esta tratando de no encender mi teléfono de nuevo, sabía que me estaba haciendo daño.
Suspiro y me convenzo a mí misma que solo será una última vez.
Desbloqueo la pantalla y me dirijo directamente a la aplicación de mensajería para entrar en el chat con aquel desconocido. Uno que resulta más bien conocido ya que desde que me escribió no dudó en utilizar su apodo anónimo, Ojo Dorado.
Solo necesito leerlo de nuevo para dejar mi dispositivo bocabajo con desesperación.
Muerdo mi labio inferior con nerviosismo, no he hablado con nadie sobre esto aún. Tengo miedo de hablar de más y que haga realidad sus amenazas.
ꟷ¿Estás bien? ꟷescucho una voz a mi espalda con un tono somnoliento.
Me giro asustada para ver a Maia frotándose un ojo con pereza ya que llevaba un rato dormida en el sofá.
ꟷ¿Por qué lo dices?
ꟷNo sé, te veo nerviosa.
ꟷY yo a ti dormida. ꟷcontraataco.
ꟷ¿Hace cuánto terminó la película?
Mi amiga había venido a mi casa para ver una película y finalmente se había quedado dormida como siempre, parecía que estuviera siempre hibernando.
ꟷMedia hora.
Sus ojos azules se abren con sorpresa y simplemente me encojo de hombros.
ꟷ¿Cómo terminó? ꟷcuestiona indiferente mientras se dirige a la nevera.
ꟷBueno. ꟷme recuesto en la barra para verla más de cercaꟷ Se mueren los dos.
ꟷ¡¿Qué?!
Un leve estruendo suena y al bajar la vista observo como el bote de leche está en el suelo manchándolo, porque la caída había provocado que la tapa se rompiera.
ꟷ¡El suelo! ꟷme levanto bruscamente de mi asiento.
ꟷ¡Mi corazón!
ꟷ¡Maia, que era broma!
ꟷAh. ꟷsuelta inmediatamente relajada.
Agarro rápidamente algunos productos de limpieza y me dispongo a deshacerme de este desastre pero una mano en mi codo me detiene.
ꟷ¿Entonces cómo terminó?
ꟷSe reconcilian y acaban besándose como si no hubiera un mañana sobre su horrible coche rojo. ꟷruedo los ojos fingiendo molestia.
ꟷComo me gustan los finales felices.
Frunzo mi ceño. Maia es la persona que más odia el amor romántico y todo lo que tenga que ver con parejas felices demostrando su afecto en la vida real, sin embargo no podría vivir sin el romance de sus películas y series favoritas.
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Bajo la luna
Teen Fiction« El sol y la luna comparten el extenso cielo pero están destinados a nunca encontrarse, ¿o no? » Para Ayla Miller, su vida ya no tiene sentido tras el fallecimiento de su madre. Se ha encerrado en su pequeña burbuja para no sentir más dolor, lo que...