Bajo la luna

29 | Brillaré por y para ti

29 | Brillaré por y para ti

Kiran

Estoy a punto de rebasar el límite de mi paciencia.

Me encuentro conduciendo a través de las transitadas calles de la ciudad para dejar a mi hermano en su escuela y después tratar de llegar a tiempo a mis clases.

Esto no debería ser una responsabilidad mía. Sin embargo, aquí estoy en esta carretera a altas horas de la mañana cumpliendo con el deber.

Quien debería estar encargándose de ello es nuestro padre.

El problema es que casualmente debía volver a Chicago por otra temporada para arreglar algunos asuntos pendientes en la empresa. Esto provoca que deba ser yo el que tenga que llevar a Peter al otro extremo de la ciudad, donde estudia, para volver de nuevo y no perder mis clases.

Lleva utilizando esta excusa demasiados años para contarlos. Creo que por ello tengo el derecho de molestarme, no me parece nada bien que se libre de sus obligaciones como padre de esta forma.

No es que me moleste llevar a mi hermano, no obstante siento una rabia inmensa cuando desaparece de la noche a la mañana y quedo con la responsabilidad que le correspondía.

Porque parece ser que el único que puede estar ocupado y tener otras obligaciones es él.

Observo a través del espejo del vehículo a Peter, se encuentra en la parte trasera con una mirada distraída en la ventana.

No es para mí una sorpresa ver la ligera expresión de decepción que tiene en su rostro. Siempre la utiliza cuando nuestro padre decide cometer uno de sus tantos errores y con esto terminar lastimando aún más a nuestra familia.

Aún me impresiona cómo algunos padres no pueden darse cuenta del daño que están haciendo a sus hijos.

Y no sé si realmente es lamentable o triste que esas personas que supuestamente te aman incondicionalmente y en quienes debes confiar, sean las mismas que te decepcionen de formas tan dolorosas.

Supongo que es cierto que la familia no es algo impuesto por tu sangre, sino que tu corazón puede elegir quien merece estar en tu vida.

Aprieto levemente el volante con impotencia, no quiero empezar el día de mal humor.

ꟷKiran...

Mi vista se alza de nuevo hacia aquel espejo para mirar al pequeño sentado detrás.

ꟷ¿Qué ocurre? ꟷmurmuro volviendo mis ojos a la carretera.

Escucho como carraspea y estoy seguro que duda varias veces antes de hablar.

ꟷQuería pedirte consejo.

Una ligera risa brota de mi garganta y lo miro con diversión.

ꟷLo digo en serio. ꟷsuelta con notable molestia.

ꟷ¿En serio? ꟷfrunzo mi ceño viendo como asienteꟷ ¿Tú a mí pidiéndome un consejo?

ꟷ¿Eres sordo?

ꟷNo, pero esto debe ser una clase de milagro.

ꟷMejor retiro lo dicho. ꟷse cruza de brazos para regresar su mirada al paisajeꟷ Ya me arrepentí de tal espantosa idea.

Mi frente se arruga y mi expresión es de pura indignación, no podía dejarme así.

ꟷAhora me lo cuentas. ꟷchasqueo mi lengua con severidadꟷ Empieza a soltarlo todo por esa boca, enano.