Epílogo
6 años más tarde...
Maia
Llego tarde.
Aunque no es una sorpresa para nadie, mi grandiosa habilidad para procrastinar y dejar todo para el último momento era la culpable.
Bueno, y también la obligación de terminarme ese capítulo de Gilmore Girls.
Esta era alrededor de la quinta vez que me veía esta serie desde que la descubrí hace varios años con Ayla. Ahora la veía sola, ya que a la tercera vez que la reproduje de nuevo desde el principio ella se quedaba dormida o completaba los diálogos quejándose de sabérselos ya de memoria.
Para qué tener enemigos cuando tienes una mejor amiga así.
Una mejor amiga que casualmente cumplía años hoy. Un 13 de febrero de hace veintidós años nacía esa castaña de ojos verdes a la que tanto amaba.
Y cuyo sentimiento no sería recíproco en cuanto me viera llegar una hora más tarde de lo acordado.
Si supiera que aquel era mi récord...
Golpeo a algunas personas acelerando mi paso a través de la abarrotada calle hasta que reconozco el lugar.
El pequeño local destacaba entre el resto por las múltiples flores y hojas que decoraban su fachada. Además, los colores pastel de las sillas y mesas en el exterior combinados con los grandes cristales que dejaban ver el acogedor interior provocaban que tus ojos se fijaran en él.
Mi mirada se dirige hacia el cartel en letras doradas antes de entrar.
El rincón de San Diego.
Cuando me adentro busco con la mirada a mi amiga mientras escucho una canción que ambienta el lugar.
Supongo que la cantante debe ser la rubia que tanto le gustaba ya que en esta cafetería era lo único que sonaba a cada maldito instante.
Por fin la localizo al fondo del establecimiento.
Está apoyada en la barra mientras habla con dos chicos que conozco muy bien. Me sorprende lo mucho que han crecido en estos años, parecía que no había pasado tanto desde que les superaba en altura.
Ahora debía dislocarme el cuello con dos personas más para mirarlas. Genial.
ꟷLlegué. ꟷanuncio aproximándome.
Sus pupilas me inspeccionan hasta realizar la tan temida pregunta.
ꟷ¿Dónde estabas?
ꟷTuve un pequeño percance.
Alza una ceja hacia mí y siento los ojos de los otros dos chicos sobre mí.
ꟷHaré como que te creo. ꟷcede esta vezꟷ ¿Cerraste la puerta con llave?
Ayla y yo llevábamos viviendo juntas desde hace tres años.
Técnicamente Kiran también estaba incluido como propietario de ese departamento, sin embargo debido a sus múltiples giras tanto nacionales como mundiales no pasaba mucho tiempo allí. Más bien la que más disfrutaba del piso era yo, ya que la mayoría de veces el rubio se llevaba a cada tour a su novia.
Lo habíamos logrado alquilar cuando tras realizar un curso de cocina de un año, a Ayla le dieron la oportunidad de comprar este local en Nueva Jersey.
Mientras ella se levanta cada día a la seis de la mañana para ir a trabajar, yo simplemente dedico mi tiempo a mis proyectos a la hora que quiero hasta que estoy conforme con el resultado.
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Bajo la luna
Teen Fiction« El sol y la luna comparten el extenso cielo pero están destinados a nunca encontrarse, ¿o no? » Para Ayla Miller, su vida ya no tiene sentido tras el fallecimiento de su madre. Se ha encerrado en su pequeña burbuja para no sentir más dolor, lo que...