Bajo la luna

43 | Tu canción

43 | Tu canción

Kiran

Se acabó.

Después de asimilar todo lo ocurrido hace unas semanas, y en general este último mes, puedo decir que todo ha terminado por fin. Tanto las amenazas como las publicaciones de Ojo Dorado han cesado, lo que me da demasiada tranquilidad.

En cuanto a mi padre, no he vuelto a verlo desde aquella discusión en el aeropuerto. Y creo que es lo mejor para mí, mi hermano y sobre todo, para mamá.

Tras aquel día la notaba débil emocionalmente, aunque hiciera su mejor esfuerzo en disimularlo y mantener esa postura de mujer fuerte frente a sus hijos. Lo era, pero debía permitirse estar mal también.

Sin embargo esta última semana la había visto más animada, no sabía el motivo pero igualmente verla mejor me hacía feliz. Tal vez ayudarme con todo este plan algo desastroso le había ayudado a distraerse un poco haciendo lo que más le gusta: diseñar y decorar.

En cambio, yo estaba extremadamente nervioso.

Observo a mi alrededor para asegurarme que todo ha quedado perfecto. Honestamente no podría haber elegido un lugar mejor.

El fin de tus problemas.

Era nuestro lugar de siempre, solo que esta vez el césped estaba decorado con un mantel de picnic sobre el que había algunos dulces y un intento de besos de chocolate hechos por mí.

También decidí colocar el tocadiscos del cumpleaños del señor Miller, el cual me había prestado con la condición de cuidarlo como si de mi vida se tratase. Para finalizar todo, adorné el espacio con velas que ambientaran el lugar y mamá pensó que era buena idea decorar un par de árboles con luces doradas.

Hoy era un día especial: 13 de diciembre.

Hoy le pediría a Miller que fuera oficialmente mi novia.

ꟷ¿Esto es para mí? ꟷescucho el susurro a mi espalda.

Salgo de mis pensamientos para girarme y encontrarme con ella.

Me fijo en su cabello más ondulado de lo normal y seguidamente mis ojos bajan al sencillo pero precioso vestido que lleva. Era corto, sin embargo cubría sus brazos por completo seguramente para protegerla del frío del ya instalado invierno.

Además el morado siempre le sentaba muy bien.

ꟷTe dije que vinieras bonita, no irresistiblemente perfecta.

Sus mejillas adquieren un tono rojizo pero no duda en acercarse al mantel con curiosidad.

ꟷ¿Eso es lo que creo que es? ꟷsuelta una risita mientras observa los besos de chocolate.

ꟷNo te burles de mí, Miller.

ꟷEs cierto. ꟷasiente con una sonrisaꟷ Tendré que probarlo primero.

Ambos nos sentamos junto a los múltiples dulces siendo rodeados de cada vela que desprendía cierto olor a vainilla.

O tal vez fuera su perfume, que también tenía ese olor tan característico.

ꟷEstéticamente se ven bien. ꟷme halaga.

Lleva el beso entre sus dedos a su boca y aunque al principio parece disfrutar del sabor, no tarda mucho en contraer su expresión y buscar la primera bebida que ve cerca.

ꟷ¿Estás bien?

ꟷKiran. ꟷse limpia una lágrima que resbala por su mejillaꟷ ¿Se puede saber qué rayos le has echado a esto?