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Capítulo 17
•Despedida•

Ya habían pasado dos días y nos encontrábamos desayunando juntos, Beth comía mientras tenía a la bebé aún sin nombre en brazos, ella, su hermana y yo nos turnabamos para cuidar a la pequeña, Carl solo le daba vueltas a la comida cuando apareció Rick y todos volteamos a verlo, desde que el accidente que se desaparecía la mayor parte del día.

-¿están todos bien?- entro preguntando
-sí, lo estamos- respondió Maggie
-¿qué hay de ti?- le preguntó Hershel
-ya despejé el área de la caldera- contestó desviando el tema
-¿cuántos había ahí?- interrogó Glenn
-no lo sé, una docena, dos docenas, tengo que volver sólo quería ver cómo estaba Carl- puso su mano sobre le hombro de su hijo quien nisiquiera lo miro
-Rick, nosotros podemos sacar los cuerpos, no tienes que hacerlo- le dijo mi amigo
-sí, tengo- contradijo -¿todos tienen un arma y un cuchillo?- le preguntó a Daryl
-sí, aunque estamos quedándonos sin municiones- respondió
-estamos escasos de comida- agregó Dean
-Sheila, Maggie y yo pensábamos en ir esta tarde a buscar, encontramos un directorio con lugares que podemos revisar, por balas y leche- le informo Glenn
-despejamos el cuarto del generador, Axel está intentando repararlo en caso de emergencia, también vamos a revisar los niveles inferiores- explicó Daryl
-bien, bien- fue lo único que dijo y camino a la salida
-Rick- lo llamó Hershel pero ya se había ido.

Rick estaba como en shock, no miraba ni siquiera preguntaba por su hija, Carl necesitaba ahora mas que nunca a su padre, pero él estaba demasiado afectado por la muerte de Lori para darse cuenta, todos estábamos al pendiente de él incluso Daryl.

Horas después nos desplazamos sobre la camioneta roja de Hershel a la tienda en busca de leche maternizada, cosas para la bebé, municiones y tal vez si teniamos suerte comida.

-despejado- les dije viendo por un lado
-despejado- aviso Maggie revisando el otro
-muy bien, echemos un vistazo- nos dijo Glenn
-oye- lo llamó ella para darle beso corto pero mi amigo la beso un poco más -es un hermoso día- comentó
-ey tortolos, no están solos- les recordé, ambos sonrieron

Glenn tomó una herramienta del auto para cortar la cadena con la que la puerta estaba asegurada, al abrirla salieron un par de pajaros espantandonos, Glenn fue el primero en entrar con una linterna.

-Glenn, trae ese pato- le dijo Maggie desde fuera
-¿qué?- preguntó
-trae ese pato- repitió
-¿hablas en serio?- preguntó
-sí- contestamos al mismo tiempo
-un chico que crece en una prision necesita algún juguete- respondió
-ademas es muy tierno- agregué

Ya que vimos que estaba despejado dentro, entramos los tres y nos pusimos a buscar todas las cosas que necesitamos, no nos tardamos demasiado.

-nos sacamos la lotería con la leche para bebés- decía Glenn mientras saliamos con unas canastas llenas de cosas
-gracias a Dios- agradeció Maggie
-por fin algo que salga bien- dije levantando mi canasta
-además conseguí guisantes, baterías...salchichas, mostaza- nombró -es un camino directo de vuelta a la prisión desde aquí, probablemente lleguemos a tiempo para la cena- nos informó subiendo las cosas al auto
-ojala y sea asi- hablé con un suspiró pasandole las cosas de las canasta
-me gusta el silencio, allí, de vuelta en casa siempre los escuchas del otro lado de la valla, no importa dónde estés- comentó ella sosteniendo la canasta, mientras nos quedaba una repleta de latas de leche
-¿y dónde está lo que ustedes llaman casa?- preguntó una voz bastante conocida y los tres volteamos para ver a Merle apuntandonos, nosotros sacamos nuestra armas también
-¿Merle?- preguntó Glenn y él nombrado solto una risa abriendo los brazos, pude notar que tenía la cara ensangrentada, dejó su pistola en el piso y se acercó lentamente
-¡oye, retrocede!- le exigió la de cabello corto
-está bien, está bien, cariño- la tranquilizó -¡Cielos!- exclamó sorprendido de vernos
-estas vivo- susurré
-lo lograste- dijo bajito mi amigo
-¿puedes decirme si mi hermano está vivo?- preguntó pero no respondimos -¿Y?- insistió
-sí- contestamos ambos al mismo tiempo
-oigan, llévenme con él y estaremos a mano de todo lo que pasó allí en Atlanta, sin resentimientos, ¿sí?- propuso y noto que miramos su muñón que ahora tenía una gran cuchilla -¿le gusta?- nos preguntó -pues, me encontré un almacén de suministros médicos, lo arreglé yo mismo, bastante genial, ¿verdad?- nos explicó
-no podemos hacer eso- le contesté
-bueno, le diré a Daryl que estás aquí y él vendrá a verte- le informo Glenn y él negó -espera, sólo espera-
-oye, oye- se quejaba Merle
-traeremos a Daryl, en verdad- le comenté para calmarlo
-espera aquí, espera- le dijo mi amigo
-el hecho de que nos hayamos encontrado es un milagro, vamos, puedes confiar en mí- insistió
-tú confía en nosotros, quédate aquí- le pidió
-debes de confiar- le pedí también
-¡No!-

𝑱𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒘𝒐 𝒐𝒇 𝒖𝒔 |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora