𝑱𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒘𝒐 𝒐𝒇 𝒖𝒔 |Daryl Dixon|

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Capítulo 42
•Buenos recuerdos•

Una semana después ya todo estaba mas tranquilo, las despensa de Alexandria estaban repletas, Carol se fue a vivir con Tobin eso me puso algo triste seria raro ya no verla en casa cocinando o tener nuestras charlas por la tarde o verla cada mañana fumando en el porche como lo habia hecho estos últimos días, Morgan construyó una celda en una de las casas a medio terminar ya que hubo un accidente con los Wolves y le parecia necesaria si algo parecido ocurría, Abraham y Sasha salieron a dar un paseo ambos tenían algo de química y pasaban bastante tiempo juntos.

Yo subía las escaleras con la intención de molestar a mi hermano por la mañana al abrir la puerta de su habitación lo encontré durmiendo con Rosita, desnudos siendo cubiertos por las sábanas ambos abrazados durmiendo muy plácidamente quede impactada con la boca abierta y cerré la puerta de la habitación despacio para no despertalos, seria un trauma difícil de olvidar, pero por otro lado celebré que por fin se dieran una oportunidad.

Después de ese descubrimiento me encontraba sentada en las escaleras del porche bastante aburrida pero sin necesitar un cigarrillo entre mis dedos después de años, estaba aburrida, Daryl acababa de salir a una expedición junto a Rosita y Denise, Abraham regreso y volvió a salir junto a Eugene, Carl estaba con Enid ya que ahora no se separaban ni para ir al baño, Rick estaba demasiado ocupado ya que ahora era el líder de Alexandria, Glenn y Maggie eran felices con su embarazo, Tara aún no regresaba de su expedición y yo me aburría como nunca antes en mi vida hasta que escuche la puerta cerrarse ya que mi hermano había salido.

-buenos días, Shely- me saludó con una sonrisa llevando un cigarrillo a sus labios
-buenos seran para ti- le dije de mala gana
-muy buenos- aseguró y lo mire sabiendo a lo que se refería -¿que te pasa?- preguntó sentadose a mi lado encendiendo el cigarrillo
-nada solo estoy aburrida- respondí suspirando
-si no tienes nada que hacer hoy podemos ir a una pequeña expedición- propuso dando una calada al cigarrillo
-¿a donde?- pregunté curiosa
-a unos 30 minutos de aqui vi un par de cabañas en medio del bosque, no sé tal vez podamos encontrar un par de cosas- respondió levantando los hombros expulsando el humo y yo sonreí
-esta bien, ¿cuando nos vamos?- pregunté emocionada
-ahora, ve por tus cosas- me dijo y me levante rápidamente para ir a por mi espada y mis armas.

Al salir de casa vi a mi hermano sacando el impala del garaje de Aaron en donde le había pedido que porfavor lo dejara guardar su preciado auto allí y Aaron le dijo que sí, ya que tenía mi espada, mi pistola y cuchillo ambos salimos de Alexandria con "Highway to hell" a todo volumen como en los viejos tiempos, conducía rápido como si estuviera en una carrera, yo solo note el asiento de atrás aun bastante manchado por mi culpa.

-lo siento por los asientos- le dije y me miró algo confundido -pero puedo limpiarlos- agregue y al parecer entendió
-no importa, ni siquiera se nota- contestó quitandole importancia -me asustaste, en serio pense que te perdería, esa herida era muy grave- decía mirandome y regreso su mirada a la carretera no dije ya que comenzó a buscar algo en su bolsillo -¿quieres?- me ofreció cigarrillos
-no- negué con la cabeza
-¿aún no puedes fumar?- interrogó tomando uno
-no, no sé que me pasa pero ya no soporto el olor- le expliqué y igualmente lo encendió bajando la ventana
-sabes, yo creo que estas nerviosa y alterada desde siempre que eres bastante estresada solo eso- me decía expulsando el humo
-tal vez sí, aun me siento algo ansiosa- admití
-necesitas una buena cerveza y relajarte, puedo acompañarte en eso- decía

Al los minutos después termino el cigarrillo y lo lanzó por la ventana yo llevaba un rato en silencio, ya no aguante mas y

-te vi con Rosita- admití
-¿cuando?- preguntó
-esta mañana te vi durmiendo junto a Rosita- aclaré y me miró con los ojos muy abiertos
-¿sabes lo que es la privacidad?- me preguntó molesto
-sí, pero queria sorpenderte y la sorprendida fui yo- contesté riendo -¿ya estan saliendo?, cuéntame todo, ahora- exigí y se puso serio apretando los labios -¿qué pasa?- pregunté confundida
-nada- respondió sin querer mirame
-¿qué?- repetí
-nada, no pasa nada solo fue una noche y nada más- respondió de mala gana
-cuentame- le pedí
-ella y yo bebiamos una cerveza mientras hablamos una cosa llevo a la otra y terminamos en mi cama- explicó -desde que termino con Abraham que nos besamos de vez en cuando, solo eso-
-y no me dijiste nada- le reproché
-no fue nada, esta mañana ella me dijo que era un buen chico, pero que no queria nada serio en este momento y que siguieramos siendo amigos- me dijo apretando los labios
-pero ella te gusta- le dije
-sí, pero yo a ella al parecer no le gusto y esta bien así es la vida- levantó los hombros, estaba triste y se quedó algunos minutos en silencio -¿tu como vas con el viejo?, ¿como es la vida de casados?- preguntó de la nada
-no digas eso me siento vieja- me quejé y sonrió
-¿para cuando mis sobrinos?- siguió molestando y lo golpeé en el hombro haciendo reír
-en varios años más, muchos muchos más, tan solo pensarlo me da miedo- le expliqué
-oh vamo, Shely, te encantan los niños- aseguró
-no- negué
-sí, te he visto desde el principio con Carl, Sophia y luego Judith incluso Enid, tienes una mirada diferente con ellos- explicó
-no lo creo, solo sé que los niños son una gran responsabilidad con la que no todos pueden y más en este mundo- opiné