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Capítulo 38
•Tiempo•

Hoy irían a la cantera con miles de caminantes dentro a repasar otra vez el plan para que todos los que participarán tuvieran su claro lo que deberían hacer y obviamente Rick no me dejo participar, a mi hermano tampoco lo dejo, a nosotros no nos dejaba hacer nada pero a unos tipos que regresaron luego de una expedición de dos semanas si los dejo ir, creo que ya era algo personal.

Molesta y aburrida de no hacer nada interesante fui a mi habitación a tomar una siesta, estaba soñando algo que no recuerdo en este momento pero era un buen sueño hasta que alguien comenzó a moverme para despertarme.

-Sheila- me llamaba pero no quería despertar -Sheila, despierta- me pedía
-dejame dormir- me quejé dándole un manotazo
-tipos...matan a todos...Judith...Sheila, rápido- lo escuche decir pero no entendí nada
-¿qué?- pregunté sentadome en la cama adormilada
-estan matando a todos afuera, debes ayudarme a proteger a Judith- explicó con un rifle de asalto en su mano
-mierda- dije poniéndome las botas y corrimos escaleras abajo, tenía mi pistola y mi cuchillo en mano antes de salir -quedate aqui no salgas- le ordené

Apenas salí de la casa vi a mucha gente correr y a Enid en medio de la calle como si nada, me acerqué a ella y la sujete del brazo hasta dejarla en el porche.

-ve con Carl y no salgan de allí- le dije y comenzó a golpear la puerta para entrar

Caminé con rapidez intentando ir a ayudar a un pobre tipo que se lo llevaban encadenado hasta que otro tipo me detuvo poniéndose de pie frente a mi, era más alto y parecía un vagabundo, tenía el cabello horrible, estaba sucio, los dientes amarillos y tenía una w en la frente escrita con sangre, parecía un desquiciado, me miró como si fuera un pobre animal que cazaria y comería, sonrió burlandose de mi pero no me dio miedo, lo golpeé en las pelotas y aproveche que se agachó a sujetas sus partes para clavar mi cuchillo en su cien, eso fue rápido, corrí hasta otro tipo que apuñalaba sin piedad a un pobre hombre.

-hey, imbécil- lo llamé y volteó a verme si el tipo anterior era grande este era el doble, estaba lleno de sangre y llevaba unas gruesas cadenas al rededor de sus manos
-¿rapido o lento?- preguntó acercándose
-tu elijes- le respondí y golpeé su cara, patee su rodilla y él me golpeó con sus cadenas en el muslo, me dio un golpe en la cara que me lanzó al suelo hiba a golpearme con sus cadenas, rodee por el suelo esquivandolo y patee su rodilla con todas mis fuerzas quebrando su pierna, cayó sobre mi y seguí golpeando con puñetazos en su cara y él en la mia, golpeé con fuerza su nariz que inmediatamente sangro y sujete su cara con una mano con la otra enterré mi cuchillo al costado de cuello, me lo quite de encima respirando agitada, ese tipo me había cansado, me puse de pie con la respiración agitada escuchando un gran golpe y luego una ruido, era como o la vocina de un camión que al parecer se estrelló contra la torre de vigilancia
-¡Sheila!- me llamo Dean quien caminaba hasta mi con la cara salpicada en sangre -mira lo que le quite a un idiota- me dijo a unos metros me lanzó un espada que tomé por el mango aún en el aire
-mierda, me encanta- le dije y me apunto atrás volteé a ver a un loquito que corría hacia mi y apenas estuvo cerca le corte la cabeza con mi nueva espada -¡es increíble!- exclame

Vimos a uno de los encapuchado con la w dibujada en la frente y casi vamos a atacarlo

-espera es Carol- me dijo Dean era ella camuflada como los desquiciados -maldita vieja- bromeó, la palabra inteligente le quedaba corta, los pocos que quedaron con vida se marcharon corriendo por lo que pudimos ver, ya sin ellos era todo un caos de cuerpos mutilado y calles llenas de sangre, nos aseguramos de enterrar cuchillos en sus cabezas para que no se combirtieran, Dean y yo fuimos a casa a ver a Carl, judith y Enid, abrí la puerta y encontré a Carl algo confundido con una pequeña hoja de papel en las manos.

𝑱𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒘𝒐 𝒐𝒇 𝒖𝒔 |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora