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Capítulo 48
•Recuerdos•

Al día siguiente estuve con un dolor de espalda que me mataba mientras Rick y Michonne preparaban sus cosas para salir a una larga expedición en busca de armas para Jadis y su gente, se encargaron de descansar para la larga búsqueda.

Al otro día desperté nuevamente junto a Carl ya que no quería estar sola en la habitación que compartía con Daryl, Carl también había despertado recién y se restregaba los ojos o bueno el ojo para ser más especifica.

-buenos dias- me saludó algo ronco y se sentó con el cabello desordenado -creo que puedo acostumbrarme a dormir contigo- comentó
-es solo por unos dias- le dije -¿no has pensado en cortarte el cabello?- le pregunté
-no- respondió negando -vamos a desayunar- me dijo levantándose y estirándose juro que escuche tronar su espalda
-no quiero- le dije ya que tenia algo de nauseas
-vamos, Shely, Michonne cocina bien, mejor que papá- me decía

Me senté estirando mis manos que sujetó y me ayudó a levantarme, al salir de la habitación sentí el olor a comida y corrí al baño a devolver lo poco que comí ayer mientras Carl sujetó mi cabello, al terminar me limpie la boca y miré a Carl que tenía las cejas levantadas.

-¿te sientes bien?- preguntó preocupado
-solo me duele el estómago, nada más- respondí y asintió -no le cuentes a nadie- le pedí
-esta bien- dijo algo confundido

Bajamos a desayunar con Rick, Michonne y Judith, la casa se sentía demasiado grande mucho más de lo que realmente era, tal vez siempre fue asi de grande, pero nunca lo notamos ya que eramos demasiados viviendo aquí sobre todo cuando llegamos y dormíamos en la sala, al rato Michonne y Rick se fueron a buscar las armas que quería Jadis, apenas ellos se fueron me fui a la casa de Aaron, y golpeé la puerta.

-hola- me saludó Aaron abriendo la puerta -¿como estas?, tienes los ojos inchados- me preguntó
-mas o menos, y ¿tú?- le pregunté de vuelta
-bien dentro de lo que se puede- respondió
-solo venia a pedirte algo- le avise
-dime- asintió con la cabeza y trague saliva algo nerviosa
-¿puedes llevarme al auto de mi hermano?- pregunté
-claro- asintió
-tengo que sacar algunas cosas que quedaron allí- le expliqué
-¿estas segura?- preguntó
-creo que sí- respondí

Fui a casa a buscar una mochila vacía para traer las cosas que dejamos en el maletero, estaba algo ansiosa de volver a ver el auto y todos los recuerdos que este me traía, Aaron me guió por el bosque unos minutos de caminata por entre medio de los árboles.

-alli esta- apuntó montrandome el auto cubierto por una lona, un monto de hojas y ramas para camublarlo.

Ambos comenzamos a quitar todas las ramas y tomamos la lona la quitarla y el auto estaba igual que siempre limpio, brillante como si le hubieran puesto cera recientemente, apreté los labios al tomar la manilla de la puerta y miré a Aaron que asintió animandome.

Abrí la puerta y entré al auto sentandome allí en el asiento del conductor en donde pocas veces Dean me dejó sentarme ya que él siempre conducía, en su asiento y dentro del auto aún se podía sentir su olor, me estire para abrir la guantera en donde estaban todos sus casettes, miles de papeles ya que era desordenado y estaban las llaves, las tomé, metí la llaves en la ranura y la gire escuchando el bonito ruido del motor al mismo tiempo en el que por los parlantes se escucho "Ramble On" su canción favorita que fue la última que escuchamos juntos, apoyé mi frente sobre el volante mientras comenzaba a llorar ni siquiera me había dado cuenta de lo mucho que lo hechaba de menos y lo mucho que necesitaba que estuviera aquí, Aaron se acercó acariciando mi cabello intentando darme ánimos.

-era su canción favorita- le dije y él sonrisa
-lo imaginé, suena como si lo fuera- me dijo -¿quieres que te deje sola un momento?- me preguntó
-no- apague el auto y volví a dejar las llaves en su lugar, salí del auto -¿tu lo trajiste hasta aqui?- le pregunté
-sí, es un auto increíble- contestó y sonreí con tristeza
-Dean, te hubiera asesinado- le dije con una pequeña risa
-lo siento, pero queria mantenerlo a salvo- se disculpo
-no, no te disculpes esta bien, no se hubiera molestado- le expliqué y él asintió
-¿estas bien?- preguntó
-sí- respondí
-¿segura?- insistió y negué volviendo a llorar, me abrazó acariciando mi espalda, pero sentía que no era ese abrazo que yo necesitaba, tal vez nunca lo encontraría porqué el que siempre me consolo fue Dean, me separé de él limpiando mis lágrimas
-estoy bien solo lo extraño- respondí -necesito sacar las cosas del maletero- le dije secando mi cara
-te ayudo- me dijo y ambos fuimos, abrimos el maletero que aun tenia su mochila, la comida que habíamos encontrado, la ropa, abrí su mochila y vi el cenicero de calavera y los peluches que guardo alli -los tomo para Judith y el bebe de Maggie- le dije con una sonrisa vaga
-eso es muy lindo, no lo conocia mucho pero nunca lo escuche decir que queria a alguien pero si demostrarlo- dijo con una sonrisa
-sí, él era así- le aseguré

𝑱𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒘𝒐 𝒐𝒇 𝒖𝒔 |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora