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Extra 2
•Antes de todo•

*542 días antes, el día en que terminó la humanidad y comenzó el apocalipsis zombie*

Me desperté de malas sin razón aparente, saque de los cajones toda la ropa que había guardado hace menos de un mes, guarde lo poco que tenia en mi bolso, lo cerré y fui hasta la sala, el pequeño departamento apenas se empezaba a sentir como un hogar y Dean salio de su habitación con su bolso.

-¿lista?- preguntó y asentí sin ganas -vámonos-

Salimos del departamento y él cerro la puerta, yo caminé por el pasillo hasta la última puerta de este, saqué el sobre de mi bolsillo y lo deslice por debajo de la puerta, en un papel escribí todos mis sentimientos por un chico por primeras vez en mi vida, suspiré sin ánimos de nada y regrese con mi hermano que me esperaba junto a la escalera, bajamos hasta la primera planta, nosotros vivíamos en el cuarto y último piso, metimos los bolsos en el maletero y nos subimos a este.

Estábamos viviendo en una ciudad llamada Marietta, Georgia, era un lugar tranquilo y algo apartado, ahora nos desplazamos hasta una cafetería algo alejada para poder desayunar, llevamos unos 20 minutos en el auto, Dean estaba feliz mientras fumaba y cantaba sus típicas canciones antiguas, ahora sonaba "The final countdown" una de sus favoritas y cantaba a todo pulmón, yo solo veía el paisaje mientras fumaba un cigarrillo y tiraba las cenizas por la ventana las cuales estaban totalmente abiertas, Dean le bajo el volumen a la música.

-¿qué tienes?- me preguntó con el cigarro entre los labios
-nada- respondí sin mirarlo
-Shely, ¿qué pasa?- insistió
-nada, de verdad- le aseguré
-vamos dimelo, tienes cara de culo- me pidió
-me molesta tu música de mierda- admití
-¿y que quieres escuchar?- me preguntó molesto
-no lo sé, algo más triste- le respondí
-¿Bon Jovi?- preguntó confundido
-dije triste, no romántico- aclaré
-no tengo nada así- me dijo -¿estas triste?- me preguntó preocupado y levante los hombros
-no lo sé- respondí negando
-¿es por lo del departamento?- interrogó
-creo que sí, estaba empezando a acostumbrarme- le dije tirando la colilla por la ventana y cruzandome de brazos
-encontraremos algo mejor y mas barato, lo prometo- me aseguró -ahora vamos a comer-

Estacionó el auto fuera de la cafetería, entramos y nos sentamos en la última mesa en la esquina uno en frente del otro, Dean leía el menú y yo no podía despegar los ojos de mi teléfono, esperando una llamada, un mensaje, algo que me dijera que sentia lo mismo por mi, o solo algo fuera bueno o malo pero quería saber de él.

-Shely- me llamo mi hermano y pague el celular -pide lo que quieras, para comida siempre hay dinero- me dijo y asentí
-quiero panqueques con helado- le avise
-esta bien- asintió leyendo
-y una malteada- seguí y asintió
-yo quiero una cerveza- me dijo
-es muy temprano- le dije
-nunca es muy temprano para una cerveza- insistió y lo mire con mala cara -esta bien, pedire un café- me dijo

La mesera nos tomó el pedido mientras coqueteaba con mi hermano y luego de algunos minutos nos trajo la comida, mis panqueques con helado estaban deliciosos y mi malteada de chocolate era fabulosa aun así nada pudo subirme el animo, no pude evitar buscar notificaciones nuevas en mi celular con cada vocado que daba mientras mi hermano escribia en su diario muy concentrado al terminar de comer me quedé viendo la pantalla y seguí esperando por él.

-¿que ves?- me preguntó Dean tomando un sorbo de su café y cerrando su pequeña libreta
-nada- contesté
-no has soltado el celular desde que nos subimos al auto, dime porqué estas así- me pidió y no respondí -¿es por ese chico?- preguntó insistente
-sí, es por él- asentí -¿crees que lea la carta que le deje?- le pregunté jugando con mis dedos
-tal vez- contestó
-le pedi que me llamará, ¿crees que lo haga?- seguí preguntando
-no lo hará- dijo negando con la cabeza
-¿por qué mierda me dices eso?- pregunté molesta
-¿quieres que te diga la verdad o lo que tu quieres escuchar?- me preguntó con el ceño fruncido
-la verdad, siempre- respondí
-no te va a llamar, no te va a escribir y no te va a extrañar, asi que olvídalo- me dijo asintiendo lentamente
-¿y tu como sabes?- le pregunté curiosa
-porqué soy hombre, pienso como hombre y hago lo que todos hombre hace, le he dicho a muchas chicas que las llamare y nunca lo hice- me explicó -cuando a un chico de verdad le interesas se va a notar a ese mocoso tal vez no le gustabas y ya, no perdió tu teléfono, no leerá tu carta y no te buscara porqué no le interesas simple- agregó
-no me estas ayudando- le avise con un puchero
-ni se te ocurra llora por ese escuincle, Sheila- me advirtió -conoceras mas chicos, lo prometo- me decía -olvidate de ese mocoso, feo, tarado- seguía
-ya entendí, Dean- lo detuve

Pagamos y nos subimos al auto, Dean seguía con su música y ya me tenía algo aburrida, busqué en la guantera algún otro cassette con canciones tristes, pero solo encontré dos bolas de papel las cuales estire y eran avisos de se busca con nuestras caras.

-¿que es esto?- le pregunté
-son los mismo de la vez pasada- mintió
-no es verdad, ¿que es esto?- insistí
-de nuevo lo mismo- me dijo
-¿por eso nos vamos?, no porqué no tienes trabajo, me mentiste- le reclamé
-escuchame, no queria hacerlo, en verdad queria vivir allí, pero nos buscan y no correre el riesgo de que nos encuentren- me explicó
-¿y si es mamá?- le pregunté
-¿o la policía?- preguntó de vuelta -¿recuerdas todo lo que hemos hecho, no?-
-sí, pero ¿y sí son ellos? ¿y sí quieren que regresemos?- le interrogue
-¿estas loca?, ¿quieres volver allí?- me preguntó molesto -¿recuerdas lo que era ese puto infierno?, ¿recuerdas por que te saque de alli, Sheila?, si es la policía o nuestros padres ninguna de las dos opciones es buena y tampoco quiero saber cual de los dos es, no regresaremos, ¿entiendes?- me preguntó
-sí, no me grites- me quejé
-no te grité- me dijo
-sí, sí lo hiciste- aseguré
-esta bien, Shely, no regresaremos con nuestros padres y no regresaremos para que estés con ese chico, así que es mejor que te animes y te olvides de eso, ¿sí?- habló con tranquilidad
-Jordan me gustaba- le confesé cabizbaja
-ay Dios, lo conoces hace dos dias- se quejó
-hace un mes- lo corregí
-una mierda, eres joven ya conoceras a mas chicos, mas guapos y menos estúpidos que ese, mas tarde tomaremos una cerveza para pasar las penas y ya- me dijo y asentí

Eran pasado las 2 de la tarde cuando nos detuvimos en una carretera fuera de una tienda en donde Dean compraba cervezas y cigarrillos, delante habían más autos que hacían lo mismo, yo lo esperaba de pie apoyada en el auto, deviamos cruzar la calle para llegar a la tienda, lo vi salir con una bolsa de papel y una sonrisa en el rostro, miro a ambos lados para cruzar y se acercó.

-mira- me mostró una lata -para quitarte esa cara de perrito mojado- me decía
-no te rias- le adverti
-no me rió- dijo
-sí lo haces- aseguré -¿compraste gomitas?- pregunté
-mierda, las olvide- se quejó sosteniendo la bolsa con una mano y abriendo la puerta del auto para dejar las cosas en el asiento
-dame dinero, ire por mis gomitas- le dije
-no, yo voy- habló cerrando la puerta
-yo quiero ir- le dije
-mierda, que pesada eres- se quejó tomando su billetera
-estupido- lo insulte, me dio un billete y hiba a cruzar la carretera, apenas puse un pie en el cemento y Dean me jaló del brazo haciéndome retroceder
-cuidado- me dijo sujetandome y un auto fuera de control se estrelló con otro que estaba a unos metros de nosotros, humo salía de los vehículos y una mujer salió del auto apenas, se veía muy mal, hacía movimiento muy raro, Dean y yo intercambiamos miradas, las pocas personas que estaba en la tienda salieron para ayudar a los accidentados, una mujer se acercó a la que estaba fuera del vehículo y está la atacó mordiendola, sangre salía de su cuello y un fuerte grito de la mujer, mi hermano, los demás y yo todos quedamos boquiabiertos viendo lo que pasaba, más gente de mal aspecto salieron de los autos -¡sube al auto, ahora!- exclamó mi hermano -¡rápido!- gritó y ambos nos metimos al Impala y salimos a toda velocidad por la carretera.

Muy asustada decidí poner la radio y entre mucha estática y gritos de Dean intente escuchar que decía.

-puta mierda, ¿qué era eso?- preguntaba exaltado
-¿te puedes callar para escuchar la radio?- le pregunté y asintió -gracias-

"Mantengan la calma, estamos intentando solucionar esta situación, se recomienda tengan cuidado y quédense en sus hogares"

-¿que mierda quiere decir eso?- pregunté confundida
-no lo sé, pero esa gente al parecer no es la unica trastornada, debe ser una enfermedad, rabia, ni puta idea- me decía
-¿donde vamos?- le pregunté
-a Atlanta- respondió -tal vez estemos a salvo allí- agregó y asentí

Al día siguiente fue que llegamos a la carretera en donde conocimos a Glenn, T-dog, Carl, Lori, Dale y a todos, a los días formamos el campamento fuera de Atlanta, Dean tenia razón nunca recordé a ese chico agradable que conocí en Marietta, porqué ahí conocí a Daryl y me llamó la atención en cuanto lo vi, cualquier otro hombre no me interesaba.























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Un poco de lo que era su vida antes del apocalipsis.

𝑱𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒘𝒐 𝒐𝒇 𝒖𝒔 |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora