𝑱𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒘𝒐 𝒐𝒇 𝒖𝒔 |Daryl Dixon|

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Capítulo 16
•Pequeña patea-traseros•

Estaba sentada en el piso mientras Carol me trenzaba el cabello, ya había pasado una semana desde lo de Hershel, él mejoraba y ahora todo estaba un poco más tranquilo y ya estaba olvidado el tema de los reos.

-¿como vas con Daryl?- me preguntó Carol peinandome
-bien, aun quiere mantenerlo en privado- respondí
-¿y eso te molesta?- preguntó curiosa
-nop- contesté -solo nos besamos nada más, no creo que quiera que sea su novia, Daryl no es de ese tipo- le expliqué
-eso es lo que tu crees, pero he notado como te mira, Sheila, no se mira así a cualquiera- me decía ella y suspiré, no me quería ilusionar más de lo que ya estaba -listo- me aviso Carol poniendo mi trenza sobre mi hombro
-gracias, Carol- le dije tocando mi cabello peinado y poniéndome de pie

Ella se había ofrecido a peinarme, yo no me negué ya que el clima estaba bastante caluroso y el cabello me molestaba a veces, ademas que a ella le gustaba hacer este tipo de cosas, caminé hasta las mesas mientras tanto los demás se preparaban en el bloque para ordenar un poco el patio, escuché pasos detrás de la puerta de barrotes, miré hacia una de las mesas y tomé las llaves, abrí la puerta y la dejé entreabierta por cualquier cosa.

Caminé con precaución por el oscuro pasillo con mi mano sobre mi cuchillo en la cintura de mi pantalón, ya estaba a un distancia peligrosa de los demás, pero estaba segura de escuchar a alguien andando, me detuve y un ruido casi imperceptible vino desde atrás, volteé rápidamente y lo vi casi pisandome los talones.

-mierda, Daryl- me quejé asustada
-¿qué haces?- preguntó dando un par de pasos adelante revisando que estuviera vacío
-escuche un ruido y vine a ver quien era- le expliqué
-¿tu sola?- siguió preguntando
-sí- contesté
-sin linterna, sin armas, ¿estas loca?- me regaño
-tengo un cuchillo y mi pistola- le dije
-¿y si era una grupo de caminantes?- interrogó
-al parecer no era nada- le respondí y se quedó observando el pasillo oscuro
-¿que escuchaste?- me preguntó
-pasos- le contesté -pero no hay nadie- agregué y él me clavo la mirada, tome los costados de su camisa para jalarlo cerca de mi -estamos solos- le dije con una sonrisa

Miro a ambos lados para asegurarse que no hubiera nadie y se pego más a mi cuerpo acorralandome contra la pared, unimos nuestros labios en un beso húmedo en donde sus manos agarraban mi cintura y las mías estaban en sus brazos músculos que me encantaban, en la oscuridad se apretaba aun más a mi y sus labios calientes volvieron aún más ansioso el beso, sus manos se metían debajo de mi camiseta tocando mi piel que ardía a su tacto.

-Daryl- lo llame separandome de su boca -nos van a ver- le adverti
-no hay nadie- me dijo con voz ronca continuando con sus caricias en mi espalda
-solo besos- le exigí para que no pasáramos a mayores, él asintió y volvió a estampar su boca con la mía, sus labios calientes no se detenían y sus manos en mi espalda tampoco, yo acariciaba el cabello de su nuca, sentía que no estaba lo suficientemente cerca y que aún no tenía suficiente de él, estábamos algo agitados cuando nos encandiló una linterna y rápido escondí mi cara en el cuello de Daryl, pués probablemente tenía las mejillas y los labios sonrojados.
-¡mierda!- exclamó T-dog apagando la luz -lo siento chicos- se disculpo llendose
-puta madre T- me quejé aun con el rostro enterrado en el cuello del ballestero quien me abrazaba por la cintura y solto un gruñido de molestia
-deberiamos de regresar- propuso y asentí
-vamos, pookie- contesté

Ahora estábamos afuera entrando los autos al gran patio, Carol estacionaba una camioneta y yo la ayudaba indicando donde dejarla, Dean dejaba su preciado Impala junto al vehículo rojo que conducía T-dog.

-bien, entremos el otro auto, los estacionaremos en la entrada oeste del patio- nos indicaba Rick, mientras salían de los vehículos
-bien, porque así como están es como poner un cartel de "hay lugar"- le dijo Daryl acercándose a él
-después de eso, tenemos que cargar estos cadáveres para quemarlos- nos informo Rick, Dean, Carol y T caminamos tras él por el camino de tierra -será un largo día- comentó
-¿dónde están Glenn y Maggie?, nos vendrían bien algo de ayuda- preguntó Carol, nos detuvimos
-allá arriba en la torre de guardia- contestó Daryl apuntando
-¿en la torre de guardia?, estaban allí anoche- dijo Rick
-¡Glenn! ¡Maggie!- les gritó Daryl y de la torre salió Glenn
-hola- saludó saliendo por la puerta sin camiseta -¿qué pasa, muchachos?- preguntó abrochando su cinturon, mientras nosotros reíamos por la escena
-¿"se vienen"?- les preguntó él ballestero
-¿qué?- preguntó confundido
-¿"se vienen"?- repitió, Glenn mira a Maggie quien salio con el cabello revueto
-vamos, dennos una mano- les pidió
-si, ya bajamos- nos dijo, caminamos riendo hasta el último auto que quedaba afuera del portón
-mi amigo no pierde el tiempo- habló riendo Dean
-oye, Rick- lo llamó T-dog las sonrisas en nuestro rostros se borraron rápidamente al ver a los presos en nuestro patio acercándose, Rick caminó hacia ellos
-vengan conmigo- nos ordenó y todos caminamos tras él hasta acercarnos a ellos quien también caminaban hacia nosotros -hasta ahí es suficiente- los detuvo -teníamos un arreglo- les recordó
-por favor, señor, eso ya lo sabemos hicimos un trato, pero tiene que entender que no podemos vivir en ese sitio un minuto más, ¿me sigue?- preguntó Axel, Maggie y Glenn salieron de la torre de control -todos los cuerpos personas que conocíamos, hay sangre y sesos por todas partes, vemos fantasmas- nos explicaba
-¿por qué no llevan los cuerpos afuera?- preguntó Daryl
-deberían quemarlos- les dijo T-dog
-lo intentamos, lo hicimos, la reja está en el lugar más lejano de la prisión, cada vez que llevamos un cuerpo afuera, se llena de esas cosas, así que, llevamos un cuerpo y corremos de vuelta adentro, mire, no teníamos nada que ver con Thomas y Andrew, nada- argumentó -¿estaba tratando de probar algo?, lo logró, hermano, haremos cualquier cosa para ser parte de su grupo, pero, por favor, por favor no nos hagan vivir en ese sitio- pedía
-nuestro arreglo no es negociable, o siguen viviendo en ese pabellón o se marchan- les dijo Rick
-te dije que esto era una pérdida de tiempo- le reprochó Oscar -no son distintos a los idiotas que le dispararon a los nuestros, ¿sabes cuántos cadáveres de amigos tuvimos que arrastrar esta semana?, simplemente tirándolos como si nada, eran buenos hombres, hombres que nos defendían de los tipos realmente malos en la cárcel como Thomas y Andrew- explicó
-todos cometimos errores para llegar aquí, jefe, y no voy a pretender que soy un santo, pero créame pagamos nuestra deuda lo suficiente como para preferir salir a la ruta que volver a ese agujero de mierda- decía Axel