Capítulo 25
•Washington•Narra Dean
Lo único que recuerdo es estar en la pasarela disparando y una gran explosión, aturdido, no sabía en donde estaba, me sentía desorientado y como si me hubiera dado una paliza, llevé mi mano hasta mi ceja la cual dolía bastante y me di cuenta que sangraba, tumbado en el piso me senté dandome cuenta de que aun estaba en la prisión sobre la pasarela que estaba destrozada por la mitad, pude ver a Glenn, estaba al otro lado en la orilla y su fusil colgaba de su brazo hacia abajo, me levante con dificultad viendo que abajo estaba lleno de caminantes.-¡Glenn!- lo llamé y no reaccionaba -¡Glenn, levántate!- nada -¡Glenn!- repetí viendo moverse un poco -¡vamos amigo, levántate!- le dije y levantó su arma dejándola a un lado y se sentó en el suelo tan desorientado como yo
-¿y Maggie?- preguntó confundido
-no lo sé, debemos salir de aqui- le respondí -ayudame a llegar al otro lado- le pedíGlenn me esperaba al borde de la pasarela y retrocedí varios pasos, o hacia el salto de mi vida o caía y sería la cena de todos esos caminantes, respire hondo, corrí hasta la orilla y salte logrando llegar al otro lado donde Glenn me ayudo a sostenerme, sujete el rostro de mi amigo y lo observé para ver sus heridas, debajo de la ceja tenía un corte, otro en la frente y algún que otro raspón en las mejillas, nada grave.
-¿donde esta Maggie?- volvió a preguntar
-no lo sé- repetí -pero tranquilo, la encontraremos, tenermos que salir de aqui, ¿esta bien?- le pregunté y asintióEntramos y al cerrar la puerta quedamos totalmente a oscuras, pero a un lado encontramos una lampara en el piso y nos alumbrados con esta para llegar al bloque vacío.
-ve a buscar tus cosas, yo ire a buscar las mias- le dije
Subí rápido a mi celda, entre y vi nuestras cosas ahí, mi chaqueta de cuero que amo pero era demasiado pesada para llevarla, busque bajo mi almohada en donde tenia mi cuchillo, mi cuchillo junto a mi pistola las guarde en la cintura de mi pantalón, tome un bolso y metí un par de camisas, mi encendedor, una botella de agua que tenia allí, municiones, tome el traje anti balas y di una última mirada a nuestra habitación, salí encontrado a Glenn en el pasillo tomando algunas cosas y poniéndolas dentro de su mochila naranja, también cargaba su traje anti balas, recogió una botella de licor y nos pusimos nuestro trajes y casco, tomamos las armas y salimos al patio infestado de caminantes tratamos de pasar entre ellos, pero nos rodearon para nuestra suerte no podían lastimarnos y nos abrimos paso entre ellos, vi a alguien sentado tras una de las cercas metálicas, ambos la vimos y nos miramos sin saber que hacer, Glenn siguió caminando pero se detuvo un par de pasos más lejos y regreso, matamos un caminante para entrar junto a la desconocida, una chica de unos veinte con el cabello negro corto, no podíamos dejarla, Glenn le quitó su pistola de la mano, reviso el cargador viendo que estaba intacto.
-está completo, ¿disparaste?- preguntó y ella nego
-no disparó una mierda- comenté
-de acuerdo, vámonos- le dijo y ella no sé movió
-vamos- hablamos al mismo tiempo
-¿te vas a quedar aquí?- le preguntó -¿te vas a morir?- añadió
-¿que pasa?- le pregunté
-fui parte de esto- respondió
-lo sé- le dijimos
-entonces, ¿qué hacen?- preguntó confundida
-necesitamos tu ayuda- le respondió Glenn -nos vamos a quedar sin balas, toma esto, y toma esto- le devolvió su pistola y un cuchillo
-ayudanos, no pienso dejarte aqui sola- le dijeMetimos dentro de la botella un pedazo de tela y la empapo con el alcohol, le prendió fuego, la ayude a levantarse y Glenn la lanzó a un auto quemandolo por completo, llamando la atención de los caminantes.
-necesito que estés adelante de mí, ¿sí?- le ordenó Glenn -te cubriré-
-yo ire detras- avise nos pusimos los cascos -¡Golpeen cualquier cosa que se mueva!- le dije
-¿estan listos?- asentimos y abrió la puerta -vamos, vamos, vamos- salimos y disparamos a unos caminantes que estaban demasiado cerca -¡dispara, dispara! ¡Vamos!-
ESTÁS LEYENDO
𝑱𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒘𝒐 𝒐𝒇 𝒖𝒔 |Daryl Dixon|
Hayran KurguEste relato es un homenaje a la resiliencia del espíritu humano y a la capacidad de amar en tiempos de crisis. A medida que los hermanos navegan por un mundo desolado, aprenderán que el amor no solo se trata de pasión, sino también de amistad, lealt...