𝑱𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒘𝒐 𝒐𝒇 𝒖𝒔 |Daryl Dixon|

9-5

Capítulo 64
•Libertad •

En estos momentos la palabra más bonitas de todas era esa, libertad, tenía un anhelo tan grande en poder salir otra vez y no morir aquí, ahora necesitaba y debía creer en alguien haya arriba más poderoso que nosotros para que escuchara mis plegarias y nos dejara salir de aqui con vida, yo no quería vivir, pero tenía que hacerlo por Adeline, ahora entiendo de lo que Glenn y Dean hablaban, de lo que Hershel les enseño a ambos y ahora mucho después me había enseñado a mi, en que el ser humano necesita creer en que algo mejor vendrá para poder vivir.

Pasaron los días y Tesa no estaba bien, hablaba incoherencias, dormia largas horas, estaba palida y no quería comer, lo único que podíamos hacer era intentar mantenerla despierta y darle un poco de calor, la quería, a ambos, la verdad era que no quería hacerlo, pero era inevitable y perderlos me dolería y yo ya no quería sentir más.

No quería perder la cabeza, no quería enloquecer aquí, conté los días dejando herida en mi brazos con la hebilla del cinturón o esa era mi excusa para Tesa, rasguñaba lo más profundo que podía para no perder la percepción del tiempo para sentir otra cosa que no fuera frío, para comprobar que aún sentía dolor y era un acto autodestructivo, pero creo que dentro de mi disfrutaba ver la sangre salir de mis heridas.

Nuevamente dormíamos abrazados por la noche todo era aún más difícil, la temperatura bajaba mucho más y la brisa era más fuertes que durante el día, otra vez escuchaba pasos arriba y me levante con muchas ganas de volver a verlo.

-¿Rick?- lo llamé y pude verlo otra vez, se acercó a la orilla -sacame de aqui, por favor- le pedí
-no has pensado- me regaño
-sí, lo he hecho, pero nada funciona- le dije
-piensa- repitió
-¿como?, no sé como, te perdí, perdi a Glenn a Dean, perdi a Daryl a Maggie a Alexandria, perdí a Addy, ya no tengo nada, lo he perdido todo- le expliqué quebrandome
-sal de allí- me dijo
-¿qué se supone que debo hacer?- le pregunté angustiada -no sé como, ayudame- le pedí
-despierta- me dijo
-no, necesito tu ayuda- me negué
-despierta- repitió y negué -¡levante!- exclamó -¡despierta!- gritó

Desperté alterada y agitada, otra vez lo mismo, recién amanecía, pero seguía nevando fuertemente intente calmarme y note a Jonathan moviendo a Tesa con desesperación, la vi, estaba muy pálida casi azul, ella se había ido.

-¡no despierta!- me dijo llorando -Sheila, no despierta- decía

Me quedé paralizada mientras Jonathan lloraba intentando despertarla, ella había muerto, no pude complir mi promesa, me acerque a su lado y acaricié su mejilla estaba demasiado fría, era ella la que siempre nos calmaba y nos decía que saldríamos de aquí y ahora no podría hacerlo, quise llorar, pero no me deje, no quería derrumbarme.

-John- lo llamé poniéndome a su lado -se fue- le dije -ven dejala- lo jale hacia mi para abrazarlo mientras sollozaba
-no pude despedirme- me decía -era mi amiga- continuó
-lo sé, lo sé, se fue- le dije secando sus lágrimas -ahora esta mejor-

Estuve mucho tiempo abrazando a Jonathan que lloro desconsolado entre mis brazos, no había nada que hacer, Tesa había encontrado un poco de alivio, cuando mueres dejas de sentir y dejar de sentir era un alivio, sobretodo en este lugar.

Jonathan se había calmado, pero aun no se despegaba de mi, su espalda estaba pegada a mi pecho mientras yo lo rodeaba con mis brazos y acariciaba su cabello, no comíamos hace más de tres días y Jonathan temblaba sin parar estaba comenzando a dormirse y yo intentaba despertarlo pero no funcionaba eso era una mala señal.

-no te duermas- le dije acariciando sus mejillas para despertarlo -espera un segundo- le pedí, me separé de él y me levante para acercarme a Tesa, tenía una fina capa de nieve cubriéndola y le quite la chaqueta con cuidado.
-¿qué haces?- me preguntó él
-hace mucho frio- le respondí -ten- se da la di
-pero...- dijo dudando
-la necesitas- le dije
-pero es suya- me dijo
-Jonathan, te estas congelando- le insistí pero no me hizo caso y le puse la chaqueta sobre los hombros