Capítulo 24. No estoy preparada

267 30 0
                                    

Anastasia
Semanas después…
16, marzo, 2024

- Gracias por aceptar quedarte con Sebas – dice Shay y asiento –
- Tranquila comadre que sabes que soy feliz con tenerlo en casa – responde Carla sonriendo mientras cargo a Carlita –
- Listo – avisa el rubio bajando las escaleras –
- Se tomaron en serio lo de hacer muchas cosas norteamericanas – dice Shay y ambos nos reímos –

Sebas abraza a la morena y Shay le da un beso en la cabeza, finalmente Sebas se acerca a mí y nos despedimos, le doy un beso a Shay y acompaño a Carla hasta su coche. Caminamos hasta la salida y Sebas muy caballeroso abre la puerta, nos hace una seña para que salgamos y Carla se derrite, me rio y sale la enana primero, luego Sebas y finalmente salgo yo para dejar medio abierta la puerta, caminamos hasta el coche y la enana le baja el seguro, abro la puerta de atrás y se sube Sebas para luego yo dejar en el porta bebé a Carlita, le doy un beso en la frente y me alejo para cerrar la puerta.

- Hey ¿te sientes bien? – pregunta Carla y resoplo –
- Cada vez me siento menos preparada – susurro y Carla hace un puchero – los días han ido pasando y aunque Shay se va a final de mes, no me siento preparada – susurro mirando a mi casa –
- No estoy preparada tampoco – susurra Carla y volteo a verla, sonrío de lado y la abrazo –

Hablamos unos minutos y finalmente nos despedimos, le mando saludo a los niños y a Andrés, Carla se sube a su coche y le pido que me avise cuando lleguen, escucho a Sebas y con la mano me despido de ellos, los veo marcharse y sonrío para darme la vuelta, camino hasta la entrada y abro la puerta para entrar y cerrar. Me acerco hasta la cocina y entro para servirme una taza de café, es retórico que está casa vive con olor a café por mí porque la dueña odia rotundamente el café, me giro y veo a Shay entrando a la casa, cierra la puerta corrediza y hace un gesto de asco al verme tomando café, me rio y niego.

- Voy a arreglarme para que nos vayamos – avisa y le hago señas para que se acerque –
- ¿Un beso no? – pregunto y niega –
- Sabes a café – responde y me rio –
- ¿No dijiste en Caracas que me besarias aún con saber a café? – pregunto y se queda pensando –
- Uno Anastasia Lucía – responde y sonrío triunfante –

Shay me da un suave beso y sonrío en medio de el, segundos después se aleja y camina hasta las escaleras para subir, yo me termino la taza de café y me acerco al fregadero para lavar la taza, después de unos minutos salgo de la cocina y agarro mis llaves más las llaves de la casa de Shay, camino hasta la salida y abro para salir, cierro y comienzo a caminar hasta cruzar la calle, me acerco a la entrada de mi casa y abro la puerta, entro y cierro para acercarme a la barra, resoplo al ver mi casa tan abandonada por mí.

- Quiero remodelar – digo y suspiro suavemente, camino hasta las escaleras –

Al subir me acerco a mi habitación y abro la puerta, enciendo la luz y aunque todo está intacto como me gusta, creo que ya no lo quiero así. Cierro la puerta y camino hasta mi clóset para buscar un vestido para la ocasión, al encontrar uno negro con mangas largas y lentejuelas sonrío para tomarlo y caminar hasta la cama donde lo dejo. Me hago un moño en el cabello y me quito los tenis, camino hasta el baño donde me encierro y me acerco a la tina para abrir la llave, espero a que se llene y mientras tanto me acerco al lavamanos, me miro al espejo y pienso en todo lo que hemos hecho las últimas semanas.

Viaje al condado de Malibú, comida rápida, un evento de cómic aunque fue solo por un rato, ir a dos museos, también pasamos a los estudios Universal Hollywood y aunque me hubiese gustado que fuéramos a un juego de béisbol, no estamos en temporada pero si creo que vamos a uno de basketball.

Miro hacía la tina y me acerco para cerrar la llave, me desvisto y finalmente me meto a la tina, suspiro aliviada y cierro los ojos mientras hecho la cabeza para atrás. Un rato después salgo del baño con una toalla y agarro la crema de piel para comenzar a ponerme desde las piernas.


Siempre te amaré... mi gran amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora