Siempre te amaré... mi gran amor

Capítulo 50. Llegó el día

- ¿Te vas a quedar cuanto tiempo? - pregunto emocionada -
- ¿Shannon? - preguntan y me giro -
- Hola Fabiola - saludo y sonríe - Cate, ella es Fabiola la médico de mamá - presento y la rubia asiente -
- Catherine Campbell, es un placer - se presenta la rubia sonriendo y ofrece su mano -
- Fabiola Núñez, un gusto - se presenta la castaña y Cate asiente -
- Bueno yo me voy el domingo - responde Cate y sonrío maravillada -
- Cuando Sebas te vea va a estar muy feliz - chillo y la rubia se ríe -
- Nos vemos adentro hermosa y felicidades por tu compromiso, las redes no paran de hablar de eso y el hospital Right menos - dice Cate burlona y me rio -
- Ahorita nos vemos - chillo y asiente -

Papá saluda a Fabiola y también se disculpa para entrar al salón, asiento y me giro para ver a Fabiola, necesito hablar con ella de la operación de mamá que es gracias a Dios el lunes, vamos hasta el mueble del lobby y comienzo a preguntarle todo para que me ponga al día porque por más que ha pasado un mes, que ella trabaje conmigo y que yo algunas veces vaya con mamá a las quimios, la verdad poco tengo la oportunidad de verla y hablar a solas, así que ahora aprovecho.

- ¿Será en la clínica? - pregunto y Fabiola asiente -
- Tu mamá así lo pidió y Francesco lo exigió - sonrío y asiento -
- Gracias Fabiola pero dime algo ¿ya está lo suficientemente pequeño para sacarlo de raíz? - pregunto y la castaña suspira -
- Sí, en estos meses hemos luchado mucho contra ello y lo estamos logrando - responde y sonrío esperanzada -
- Gracias Fabiola, de verdad - digo y agarra mis manos -
- Tu mamá esta haciendo el mayor trabajo, así que mientras no se rinda y con el apoyo de todos ustedes, sé que Diana va a ganar la guerra - siento un nudo en la garganta y la abrazo -

Boto todo el aire y me alejo unos segundos después, me pongo de pie y Fabiola me sigue, finalmente vamos hasta el salón y entramos después de que nos dan los pases de cortesía, agradecemos y me despido de Fabiola para buscar a Cate y a papá, los veo juntos y sonriendo me acerco a ellos, comienzo a hablar con Cate hasta que veinte minutos después comienza la conferencia y le prestamos toda la atención.

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- ¿Vienes con nosotros Cate? - pregunta papá y asiento emocionada -
- Bueno yo tengo una habitación aquí pero puedo ir y me traen - responde y aplaudo emocionada -
- ¿Y Julianne? - pregunto curiosa y sonríe -
- Esta en Los Ángeles, la dejé al frente de la dirección por este fin de semana - responde y me quedo boquiabierta, Cate se ríe -
- ¿Y ustedes? - pregunto y a Cate le brillan los ojos -
- Después de que te fuiste me invitó a salir, claro que acepté y ahora somos novias - responde emocionada y la abrazo mientras papá se ríe -
- Ustedes son muy cómicas, vamos a casa de tu mamá y avísale a Anastasia, yo ya le escribí a Sasha - dice papá y asiento para salir del hotel e ir hasta la camioneta de papá -

Al llegar me subo de copiloto y Cate atrás, nos ponemos los cinturones de seguridad papá y yo, así que mientras él enciende el carro yo enciendo la radio y lo dejo en un volumen medio, va sonando Víctor Muñoz con Free cover y lo dejo para escucharlo mientras hablo con Cate.

- ¿Y qué te ha parecido Caracas Cate? - pregunta papá y sonrío -
- Es poco lo que he visto pero esa montaña donde está el hotel es bellísima - responde Cate y papá sonríe con orgullo -
- Esa montaña se llama Ávila y es el oxígeno de Caracas - dice papá súper exagerado y Cate sonríe -
- Me gusta mucho - afirma Cate y sonrío maravillada -
- Y eso que no has comido unos perros calientes callejeros - digo y papá se ríe -
- Los mejores - afirma papá y asiento mientras que Cate pone una cara confusa -
- ¿Qué es eso? - pregunta y volteo a ver a papá y él a mí -
- ¿Vamos? - me pregunta y asiento -
- Le aviso a Anastasia - digo y papá asiente -

Le escribo a Anastasia y le digo para vernos en el mismo lugar de siempre, bloqueo el celular y sigo hablando con Cate sobre Caracas, le digo que debe probar la chicha y se ríe sin entender, papá nos invita a unas cervezas y asiento mientras que Cate acepta no muy segura y me rio para que agarre confianza. Un rato después llegamos al perrero que siempre me trae los gemelos y nos estacionamos papá apaga la camioneta, nos quitamos los cinturones de seguridad y agarro mi cartera para bajarnos, paso mi brazo por los hombros de Cate y nos acercamos al perrero, ella mira todo muy asustada y le pido confianza.