ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝕍𝕀: El camino a su corazón.

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𝔼𝕤𝕔𝕣𝕚𝕥𝕠 𝕡𝕠𝕣 𝕞í

En el albor de la mañana, la cocina se convierte en un santuario de serenidad donde dos hermanos, Technoblade y Wilbur, despiertan lentamente de sus sueños

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En el albor de la mañana, la cocina se convierte en un santuario de serenidad donde dos hermanos, Technoblade y Wilbur, despiertan lentamente de sus sueños. Rayos de sol danzan con destellos dorados, extendiéndose con ternura sobre la mesa y las sillas, como si la propia luz quisiera ser parte de su intimidad compartida.

Technoblade, la imagen misma de la calma, sostiene su taza de café con las dos manos, permitiendo que el vapor ascendente acaricie su rostro como un abrazo matutino. Sus ojos, profundos y atentos, parecen absorber los matices cambiantes del amanecer, mientras su cabello rosado cae en mechones suaves que parecen tramar historias propias.

A su lado, Wilbur irradia una vitalidad contagiosa. Su risa resuena como una melodía alegre mientras se sumerge en la marea dorada que inunda la cocina. Con destreza, unta mermelada en una tostada, y la lleva a la boca con el entusiasmo de quien se enfrenta a un nuevo día lleno de promesas. Su cabello alborotado se yergue como las olas del mar, emulando su espíritu inquebrantable.

La mesa, testigo de incontables momentos compartidos, está cubierta con un mantel tejido a mano por su madre, en tonos suaves como el amanecer mismo. Platos de porcelana blanca y cubiertos de diseño sencillo esperan su turno, listos para ser parte de este ritual despertino. El aroma de café recién hecho se mezcla con el dulzor de la mermelada, creando un himno fragante que llena el aire y despierta los sentidos.

El chico castaño, mientras terminaba de comer su tostada, le llegó un recuerdo a la mente. Sonrió pícaramente de oreja a oreja y lentamente le preguntó a su hermano. -porque estabas preguntando por George ayer?-

Technoblade levantó la mirada de su taza de café, encontrándose con la mirada traviesa de Wilbur. Rodó los ojos, pero no pudo evitar una sonrisa cómplice. - nah, simplemente me pareció que podríamos tener una charla amigable, hermano de amigo a amigo de hermano. Curiosidad casual, ¿Viste?-

Wilbur soltó una risa contagiosa, su rostro iluminado por la diversión. -Hermano a amigo, claro. Si eso es lo que queres que crea, Techno.-

Technoblade suspiró, sabiendo que Wilbur no caería tan fácilmente en su juego. -Dale, no exageres. No es tan raro que quiera conocer a tus amigos. Es sano estar al tanto de quién anda alrededor.-

Wilbur inclinó la cabeza con un aire de sospecha, jugando con su cabello de manera juguetona. -Veo, así que solo queres ser un hermano sobreprotector y asegurarte de que esté rodeado de buenas influencias.-

-Exactamente-, asintió Technoblade con seriedad, aunque sus ojos destilaban humor. -Buenas influencias y... amigos que podrían tener información valiosa.-

Wilbur rió entre dientes, como si hubiera descubierto un secreto muy entretenido. -Mmh, ya veo. Información valiosa, decís. ¿Algún motivo en particular para necesitar tanta información de George?-

𝕃𝕝𝕦𝕧𝕚𝕒 𝕕𝕖 𝕞𝕖𝕥𝕖𝕠𝕣𝕚𝕥𝕠𝕤 (𝔻𝕟𝔹) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora