SEVEN♡KOOKMIN

Desesperación.

— ¡Ahg mierda! – Jungkook grito de enojo y rompió el papel donde estaba escribiendo.

Basura, era una completa basura. Su mente era un caos de desesperación.
Su maldito jefe no lo dejaba en paz, diciéndolo qué debía sacar un nuevo MV, y Jungkook ya estaba arto de tantas exigencias. Cansando de tanto trabajo, qué entrevistas, que secciones de fotografías, qué conciertos, que ensayos.

Jungkook sentía que no daba para más.

Y eso lo tenía al borde de la desesperación de querer tirarse del último piso, y acabar con todo.

— ¿Qué te pasa?. – Preguntó Lisa, la cual era la manager de Jungkook.

Ella estaba en un sillón negro enorme, comiendo de una bolsa de chetos.

— Que odio la vida. – Jungkook se recostó en su silla, Lisa aparte de ser su manager, también era una buena amiga, que con el tiempo le había tomado su aprecio.

— Incorrecto. Odias no poder hablar con tu novio. Y no poder coger con él.

Jungkook suspiró mirando mal a la chica por lo último. Llevaba un mes. Un maldito mes sin saber nada de Park Jimin. Un mes donde no hablaban por llamada, o por vídeo llamada. Dónde su última conversación había sido desde hace mucho.

Tampoco había tenido el tiempo de poder ir a visitarlo y comer de su deliciosa comida. Por qué su lindo y tierno y además de perfecto novio, era un Chef.

Para Jungkook era de los mejores, por qué sus platillos eran celestiales.

— Mi cabeza va a explotar. ¿Por qué tanta insistencia en una nueva canción?. ¿Acaso no puede pedírselo a alguien más? Puede decirle a Jin que lo haga. Su última colaboración con Kim Namjoon fue un éxito.

— ¡Si! Una canción tan hermosa, Will Flower tocó mi corazón, además ellos lucen como pareja.

Jungkook dirigió su mirada a Lisa, y frunció se entrecejo.

—¿Aveces me pregunto cómo es que eres mi manager?. –

— Por qué soy la mejor. Y sin mí te mueres. Oye deberías llamarle a Jimin, quizá te ayude un poco a bajar tu mal humor. – Volvió al tema inicial.

Jungkook bufo.

— No puedo hablarle en este estado.

— Jungkook, llevas un mes desaparecido, ¡Un mes! Se considerado. Aveces siento que Jimin te aguanta demasiado, yo qué el, ya te hubiese mandado a la China.

Cuando Jungkook estaba por protestar, la puerta se abrió, dejando pasar a Bang Si-hyuk. El Ceo de la empresa.

Lisa se levantó del sillón y escondió su bolsa de chetos, la cual era la tercera.

— ¿Cómo va todo Jungkook? ¿Hay ya avances?.

Jungkook se hecho para atrás.

— En eso estoy. – Apartó su mirada del hombre. Si-hyuk era una figura paterna para Jungkook. Este le había dado el apoyo desde que entró a la empresa.

Y había sido la segunda persona en confiar en él, en su talento.

Pero últimamente le estaba exigiendo demasiado, y Jungkook no sabía si odiarlo, o ponerse a llorar.

— Espero que para la próxima este terminada.

Demandó y salió de la habitación. Lisa dejo salir todo el aire contenido.

— Uff eso fue de terror.

— Lisa ayúdame. – Pidió Jungkook.

Esta solo se rió en su cara. — Tu eres el cantante, yo solo soy tu manager. Pero te sugiero que trates de comunicarte con Jimin. Te hará un bien. Al igual que a todos, por qué dejarás tu mal humor.