Monday.

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Jimin había despertado ese día con los ánimos abajo. Las palabras de Jungkook todavía no salían de su mente. ¿Jungkook hablaba en realidad? Enserio se tomaría el tiempo solo para volver a estar juntos. Bueno una relación como la de ellos, era difícil de olvidar.

Jimin enserio no quería pensar en eso. Deseaba evitar tener que estar pensado en Jungkook y en esas malditas palabras que le habían pegado duro a su corazón.

Jungkook era bueno con las palabras, no por algo era cantante, no por algo él escribía sus propias canciones.
Desvío una vez más sus pensamientos, para quitar a Jungkook de su mente. Y pensar en el compromiso que tenía ese mismo día.
Ayer a las 10:00pm le habían hecho una llamada de urgencia, él cual era ir a una ciudad vecina, donde una pareja de comprometidos había pedido sus servicios para la comida.

Y Jimin no sabía si ir, debía de ir y organizar unas cosas, hablar con los comprometidos de cómo querían su trabajo y aunque era buena paga, Jimin se lo estaba pensando. Debía estar en su restaurante, pero también no quería rechazar la oferta que se le presento.

Pero luego de unos minutos de estar meditando en su cama, decidió en qué iría, y regresaría mañana al medio día. No haría una maleta, solo su bolso con unas tres mudas de ropa y sus cosas de aseo personal.

Se dio una ducha relajante. Sentía que necesitaba demasiado relajarse, sus día no habían sido los mejores. Se cambió y con su bolso ya hecho bajo hasta la sala.

— Hola familia. – Jimin dejo un beso en la mejilla de su madre y abuela.

— ¿Saldrás hijo?. – Preguntó la señora Park.

— Sí. Una pareja de comprometidos necesita mis servicios. Vendré hasta mañana al medio día.

— Oh está bien. Cuidate corazón.

Jimin asintió, fue a la cocina para tomar una manzana. En eso escucho qué el timbre de su casa era tocado. Se preguntó quién sería a esas horas. Todavía era algo temprano.

Hasta que escucho la voz del dueño, o más bien él invasor de su mente.

— Buenas días señora Park. Qué linda está el día de hoy. – Saludo Jungkook. Abrazo a la madre de Jimin y está recibió el abrazó.

— Hola Jungkookie. Pasa querido.

Jungkook paso a la hogareña casa y la abuela de Jimin estaba en la sala, se encaminó a ella, con una enorme sonrisa.

— Hola abuela Park. – Saludo. Jungkook desde que conocía a Jimin llamaba abuela. Y esta no se quejaba.

— Oh Kook. Pero que grande estás. – abrazo al joven y Jungkook sonrió.

— Un gusto verlas. – dijo Jungkook. Iba a preguntar por Jimin, pero este apareció con una manzana mordida.

Jungkook se encaminó a él, pero antes de que llegara al cuerpo de Jimin, este le detuvo poniendo un alto con su mano libre

— ¿Qué estás haciendo aquí?.

— Vení por ti amor. Para llevarte al trabajo.

Jimin asintió. Tomo a Jungkook de su brazo para sacarlo de la casa. Su madre y abuela aún no sabían de sus problemas.

Estando afuera Jimin lo encaró.

— Ellas no saben de los problemas que estamos teniendo Jungkook. Por favor no vengas.

— Y eso está bien. Les prometí siempre cuidarte y nunca lastimarte. Y aunque he rompido mi promesa un poco. Lo que dije ayer es verdad. Voy a volver a conquistarte Jimin. Quiero qué vuelvas conmigo.

SEVEN♡KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora