Capítulo 4

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"Panem et circenses"

(Pan y circo)

Entretenimiento. Todo el viaje al Infierno fue solo para entretener a algo más. V1 llegó por necesidad, por hambre, pero una vez que cayó en el juego de las terminales, continuó, buscando más y más. Estaba atrapado por la influencia misma del Infierno, adicto a las armas que le ofrecían, a las mejoras; lo engañaron como a un tonto, todo era un circo, y él fue el más grande de los payasos.

Procesar eso fue tan duro que sus circuitos se sobrecalentaron. Las alarmas de advertencia sobre su temperatura saltaron, pero no era necesario el aviso. Sentía el calor, quemándole por dentro, a través de la red de transporte de sangre, ardiendo tras el chasis metálico. Era algo físico, corpóreo incluso para una máquina.

En su camino a Traición, destruyó la vida de justos y pecadores, desangró a millares de almas solo para estar aquí y enterarse de que todo fue para divertir a las terminales y a la consciencia incorpórea del Infierno: un simple juego, un pasatiempo. Sin embargo, ahora que había terminado, iba a recibir una recompensa por su destacable desempeño. 

Su procesador de texto estaba lleno de pensamientos convulsos, cada uno más difícil de entender que el anterior, pero todas sus funciones se paralizaron cuando recibió su premio. Analizó cientos de imágenes en cuestión de segundos y sintió un dolor inconcebible: el Infierno le había obsequiado la plena conciencia, el libre albedrío, la libertad, pero recibirlo tenía un precio, un pequeño impuesto: por un instante, iba a sentir todos los sentimientos que provocó. Fue una experiencia miserable, llena de agonía.

No le faltó ninguno, desde la brutal muerte que le dio a la Inmundicia más insignificante, hasta la desolación que azotó a Minos cuando se dio cuenta que no tendría otra oportunidad para ayudar a la humanidad. Era una tristeza tan desgarradora que sería incapaz de ponerla en palabras, igual al dolor de un padre que pierde a un hijo y sabe que no hay nada que pueda hacer para arrancarlo de las garras de la muerte.

Saboreo tenuemente la pasión de Sísifo, su ardiente emoción, tan diferente a todo lo que había sentido hasta ahora, pero después llegó el turno de Gabriel y las cosas se volvieron aún más confusas. 

Su angustia era como las aguas del fondo del mar, que asfixian con su presión, que envuelven en un abismo negro donde no existe ni la luz más tenue. La ansiedad era un sentimiento nuevo, nunca antes la había experimentado, pero ahora procesaba toneladas de ella en sus sistemas. Gabriel fue como un maremoto que lo arrastró con su vergüenza, rabia y terror; pero también le ofreció un momento de alivio, unos segundos de lucidez donde pudo respirar y recuperarse para soportar lo que venía. Al parecer, en su pelea hubo más que emociones negativas, porque también tuvo una pizca de alivio y de ardiente pasión, similar a la de Sísifo. Sin embargo, el arcángel mantuvo un poco de dolor en todo momento. No era pura alegría como el rey de Éfira, pero ese sufrimiento lo llenaba de voluntad, como un animal que en sus heridas encuentra la fortaleza para ponerse sobre sus patas y pelear.

V1 conocía los sentimientos: sus rutinas, sus programas, al igual que la psique humana, tenía un sistema de recompensa. Sentía placer cuando hacía cosas que eran útiles y ventajosas según sus parámetros, como llenar su tanque, resolver problemas, saciar su curiosidad, cumplir sus metas. Los sentimientos negativos también estaban ahí, eran parte esencial de reconocer comportamientos inadecuados por corregir, y en su momento, funcionaron como un seguro para evitar que lastimara a sus creadores física o emocionalmente.

El único problema era que, desde hacía mucho tiempo, la empatía parecía no formar parte de esa gama de sensaciones. No sintió remordimiento alguno cuando mató para beber sangre, para él era natural, como un león que come a una gacela sin preguntarse los miedos o ambiciones de su presa. No se detuvo ante los gritos cuando sus víctimas fueron personas, ni lo pensó demasiado cuando pasaron a ser los habitantes del inframundo. 

Unveiled Divinity |Gabriel/V1| | Ultrakill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora