"Solo, sin su árbol, al fruto no le queda más remedio que ser árbol".
Hay cosas que cambian cuando se adquiere un punto de vista diferente. Su rutina era nueva, las cosas eran sin duda distintas, pero lo único diferente era lo que existía entre ellos. Las exploraciones, las salidas y las peleas estaban ahí desde el inicio, cuando ellos eran enemigos en un extraño tiempo de paz. Pero ahora que la intimidad estaba ahí, el cariño honesto y sincero, todas esas pequeñas salidas y acciones tenían un cuidado y devoción difícil de explicar.
Ahora más que curiosidades, V1 le traía pequeños presentes. Comenzó a hacerlo después de que pegó los dibujos que había realizado con cinta adhesiva a la pared, al lado de la muñeca y las otras chucherías que guardaba. La emoción de V1 era palpable, pero insistió en que los quitara de ahí y los pusiera en el refrigerador. Eso le pareció estúpido, porque ni siquiera tenían un refrigerador, lo sacó cuando limpió el apartamento, pero a regañadientes aceptó traerlo de vuelta. Ahora lo usaban para guardar objetos, pero también como pizarra. Con el tiempo él mismo le agarró el gusto y comenzó a pegar notas con pequeños poemas en él.
La máquina respondió a sus acciones amables con esos regalos, cosas que él encontró más hermosas que cualquier anillo de diamantes o collar de oro: semillas. Le trajo todo lo que era remotamente cercano a una. Gabriel pensó que muchas de esas cosas en realidad no eran semillas, porque estaban etiquetadas como «nueces» o «almendras», pero una investigación exhaustiva le dejó saber que en los llamados "frutos secos" la parte comestible era la semilla, y lo que técnicamente era "la fruta" era una cáscara dura e incomestible. Se sintió como un idiota y bromeó sobre eso, insinuando lo tonto que era y que quizás lució como un ignorante, pero no. V1 tampoco tenía idea, las trajo porque parecían semillas, no sabía ni siquiera que las personas se las comían hasta que él se lo dijo. De todos modos no pudo usarlas para nada, eran infértiles porque su cáscara fuera retirada para facilitar el consumo humano.
Lo que le causó más emoción fueron las semillas de girasol, porque sabía que daban unas hermosas flores gigantes. Buscó minuciosamente el sitio con las características más adecuadas y las plantó con mucha esperanza. Aún no sabía si eran fértiles o no, pero las llevó a suelo suave y nutritivo, se aseguró de que recibieran sol y comenzó a regar la tierra inerte con un horario seguido de manera devota.
Otro que resultó ser semilla fue el alpiste. No lo encontró especialmente bonito, así que se limitó a volar una noche antes de que lloviera para esparcirlo por doquier. La tormenta comenzó mientras estaba en vuelo, y a pesar de la incomodidad, siguió con su labor hasta que terminó con la última semilla de la bolsa. Cuando regresó a casa estaba mojado y pegajoso por esa lluvia especialmente ácida, pero feliz. La idea de estar sembrando la vida lo satisfacía enormemente.
También comenzó a hacer pequeñas salidas en solitario. Una de las primeras fue para conseguir ropa interior en una tienda del centro comercial. Usar algo producido por los seres humanos se sintió extraño, pero se volvió necesario, porque su desnudez era una tentación demasiado grande para V1. Aunque eso no era particularmente malo.
Aún con algo de pena y culpa, Gabriel disfrutaba de la atención y la adoración que recibía de la máquina. Habían desarrollado un extraño juego de seducción, de demostrarse deseo. A veces fingía inocencia, pero limpiaba con la falda más arriba, exponiendo partes pequeñas de sus voluminosos muslos y forzando poses coquetas a sus ya de por sí dramáticos movimientos.
A V1 le gustaba sujetarlo por detrás, delinear su cadera y pegar su cabeza contra su espalda baja. Los brazos extra tenían una forma particular de sujetarlo, agresiva, tosca.
Lo apretaban y lo movían a su gusto, metía los dedos entre la ropa para delinear sus músculos y él los recibía con gusto cada vez. Había cumplido su palabra, le estaba enseñando a disfrutar de su sexualidad y a superar la pena de participar en ella. La repetición lo normalizaba y el remordimiento poco a poco se diluía.
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Unveiled Divinity |Gabriel/V1| | Ultrakill
FanficLa humanidad esta muerta. La sangre es combustible. El Infierno ha caído. Gabriel no muere a las 24 horas de que la Luz del Padre le fue retirada. Ahora, con el Infierno en decadencia, desterrado del Cielo, y sabiendo cosas que nunca debió conocer...