FREEDOM ♕ [NAMGI] OMEGAVERSE +18

♕ 1: El día y la noche. ♕

Poco tiempo después de la ceremonia del futuro heredero al trono, el rey Min Ho se casó con su concubina favorita, Jung Wheein. Fue una ocasión ostentosa, y sobre todo muy alegre, los festejos duraron una semana entera, dónde de mala gana el príncipe YoonGi había tenido que fingir y mostrarse contento con la situación, incluso había tenido que compartir su mesa con el príncipe NamJoon en más de una ocasión, y eso le puso de un humor de perros, porque, aunque solo se saludaron con educación, la expresión sonriente y algo altiva de NamJoon le ponía de malas con solo una mirada. Y por mucho que NamJoon insistió, no fue capaz de recibirle ni una copa de alcohol, ni una sola pizca de alimentos, porque sentía una profunda desconfianza de su bondad.

El hijo mayor del rey, ese alfa dominante que en realidad era un bastardo, ahora era el príncipe del sol, y el día, Min NamJoon dejó de estar entre las sombras, para formar parte de la familia real de manera oficial, siendo incluido como alguien importante en los registros de historia.

El palacio era lo suficientemente grande para vivir bien todos sin tener que verse las caras, pero su padre, había decidido que lo mejor era que los príncipes compartieran el pabellón de la zona este, así que no habían tenido más opción que seguir los deseos del rey y mantener sus aposentos a solo unos pasos de distancia.

Si para YoonGi ya no era suficiente tortura el presenciar como una nueva reina se apoderaba del pabellón que alguna vez fue de su madre, cuando no merecía ese lugar, también debía de tolerar el tener que respirar el mismo aire que Min NamJoon.

Desde que NamJoon se paseaba por todos los pasillos libremente, no podía pegar ojo, por lo que su mayordomo Jung Hoseok, había dormido a su lado todos los días como su exigencia, afortunadamente el chico era un beta con el que se sentía tranquilo, y que ocasionalmente le cantaba canciones para ayudarlo a relajarse.

Si YoonGi hubiera sido un poco más impulsivo, se hubiera marchado al palacio de verano a las afueras de la ciudad, pero no quería dar su brazo a torcer, era prácticamente huir de la situación, lo cual implicaba darle vía libre a NamJoon para arrebatarle lo que le pertenecía por derecho.

Durante toda su vida, el rey jamás los había forzado a hablarse o a tener una relación estrecha, a duras penas se veían la cara unas dos veces al año a pesar de vivir en el palacio, y es que NamJoon tenía sus clases particulares en la zona sur, donde residan las concubinas, y los sirvientes. Por otro lado, YoonGi tenía sus clases con profesores excelentes en la biblioteca del palacio, o en la sala de los notables en el oeste, así que pocas veces se topaban y cuando lo hacían a duras penas se miraban, como si fueran nada más que fantasmas el uno para el otro.

NamJoon era tranquilo y bastante educado, pero para YoonGi solo era hipocresía. Quizás las cosas se pusieron mucho más tensas, cuando, se dio cuenta que el NamJoon pasar a ser príncipe del sol, y el día; su vida se había vuelto una sola en todos los sentidos. Y por muchas vueltas que le diera el pálido no comprendía, ¿Por qué el rey los estaba obligando a mantener ese vínculo tan incómodo? ¿Quería que fueran cercanos? ¿Por qué?

Desayunaban juntos, en la sala privada del pabellón, donde solo reinaba el silencio con cada bocado. A veces se cruzaban en los baños termales, y eso era desesperante para YoonGi quién ya estaba acostumbrado a vivir en la soledad de lo que podría denominar como su gran mansión. Le irritaba que, sobre todas las cosas, mientras el agua empapaba su piel nívea, sentir una que otra mirada curiosa de NamJoon, deseaba gritarle y sacarlo a patadas, más se contenía, fingiendo que él no estaba allí.

Tenían clases juntos y era sumamente agotador, porque debían sentarse cerca, y el olor de NamJoon le producía algo irritante en su interior, su nariz constantemente picaba y a veces solía estornudar interrumpiendo la charla extensa del profesor. Y entonces, de manera imprevista Min NamJoon le extendía un pañuelo con un delicado bordado de flores o dragones en sus esquinas, y de mala gana YoonGi tenía que aceptar, y agradecerle su gesto.