FREEDOM ♕ [NAMGI] OMEGAVERSE +18

♛ 14: El cambio. ♛

Park Jimin todavía se encontraba en la capital, a pesar de las circunstancias con los príncipes y el reino, no había más opción para él que mantener un perfil bajo, evitando ser descubierto o incriminado en la desastrosa situación. Su rutina consistía en permanecer en el hostal hasta el anochecer, en ese momento participar en fiestas y beber sin cesar era su mayor adicción, aunque podría denominarse también una manera de drenar su pena. De vez en cuando, se entregaba a encuentros casuales con alfas y betas, buscando olvidar a NamJoon, su sonrisa, sus palabras, su cercanía. Cuando nada de eso le era suficiente para borrarlo de su cabeza, solo lloraba desconsolado, porque sus sentimientos jamás serían correspondidos.

Sin embargo, su vida aparentemente desafortunada cambió cuando Kim SeokJin, con su imponente figura, entró a la taberna aquella noche. En ese momento, Jimin se congeló, sintiendo que se atragantaba con el líquido que estaba bebiendo. A pesar de la tos y las miradas desconcertadas de las chicas que lo acompañaban, se puso de pie torpemente con intenciones de escapar, más SeokJin junto con Hoseok a sus espaldas se plantaron en su camino.

—Sabía que ese repugnante aroma solo podía ser suyo, señor Park. Puedo percibirlo a kilómetros de distancia, asqueroso delta. —dijo SeokJin con desprecio.

—¿Qué desea de mí, señor Kim? —respondió Jimin tratando de mantener la calma.

—¿No es obvio? Los príncipes escaparon gracias a usted, si no hubiera estado distrayéndome con su inútil discurso sobre la guerra en el día de mi compromiso, nuestras vidas podrían haber sido muy diferentes.

—No tengo nada que ver con los acontecimientos de aquella noche.

—¿Crees que soy idiota? —escupió SeokJin furioso, golpeando la mesa con fuerza y ordenándole—: ¡Dime dónde están!

—¡No lo sé! —respondió Jimin con determinación.

—Te lo preguntaré una vez más, ¿dónde están los príncipes Min, señor Park?

El silencio fue la única respuesta. Jimin mantuvo la mirada fija en SeokJin, pero sus labios permanecieron sellados. Esto enfureció aún más a SeokJin, especialmente cuando el intenso aroma a café del delta invadió sus sentidos, haciendo que apretara los dientes con exasperación. ¿Cómo se atrevía ese maldito delta a desafiarlo a él, un alfa de alto rango y de la élite?

—Si no quieres hablar, entonces guíame hasta ellos. De lo contrario, te entregaré al rey para que te corten la cabeza por traidor.

—No tengo ni una pizca de miedo, lunático. ¡Haz lo que quieras!

—Hoseok, átalo. Irás de viaje con nosotros.

Hoseok, con la cabeza agachada, obedeció las órdenes de SeokJin. Mientras ataba las cuerdas alrededor de las muñecas y los brazos de Jimin, se disculpó en voz baja por su brusquedad. Aunque Jimin no opuso resistencia, estaba claro que no les ayudaría en lo más mínimo. Haría todo lo posible para alejarlos del camino hacia NamJoon y YoonGi. Y, sinceramente, le parecía divertido ver la frustración en el rostro de SeokJin.

Mientras era arrastrado por Hoseok, Jimin pasó junto a SeokJin con una sonrisa burlona, ganándose una mirada venenosa del alfa.

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NamJoon y YoonGi habían pasado varias semanas viajando de una aldea a otra, hasta que finalmente llegaron al palacio de verano cuando el invierno estaba llegando a su fin. Su vida en el palacio se convirtió en una rutina perfecta que amaban y valoraban profundamente. Tenían total libertad para hacer lo que quisieran, no había nadie que los molestara y también tenían ahorros de la casa real a su disposición. Además, tenían todo el extenso lugar solo para ellos dos.