Cap II.III

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Edgar retira sus manos del cuerpo de Laura lentamente, se para al frente de ella estrechándole su mano y la levanta del sofá.

Estaban frente a frente a centímetros de distancia, el sin dirigirle la palabra y mirándola fijamente a sus ojos, va subiendo con sus manos el vestido, descubriendo cada centímetro de su piel, saboreándose mientras apreciaba un cuerpo sexi y con perfectas curvas, ella alza sus manos y el vestido llega a su fin cayendo en el piso, dejando su cuerpo completamente al desnudo.

Edgar esta hipnotizado, no para de mirarla, Laura apenada agacha su mirada y con sus brazos cubre sus senos, Edgar tira de su camisa arrancándole todos los botones y tirándola al piso, demostrándole su cuerpo con músculos marcados y un abdomen perfecto con un color de piel bronceado, toma las manos de Laura y las pone sobre su cuerpo, ella las desliza desde su pecho pasando por su abdomen hasta llegar a su pantalón, mirándolo a los ojos desabrocha su cinto y desliza su zíper hacia abajo.

En el ambiente hay miradas que matan. Edgar retira su pantalón quedando sólo su ropa interior y con su pene bien marcado en ella, deja sus pies al desnudo para sentir el frio de la superficie, toma las manos de Laura y las dirige hacia su pene y le dice mientras la tiene agarrada por el pelo y el cuello.

-Te ordeno que te arrodilles ante mí y metas mi pene completamente en tu boca-. Laura se desliza hacia abajo mirándolo a los ojos hasta poner sus rodillas en el piso, con sus manos desliza el bóxer de Edgar lentamente hasta quitárselo, tiene de frente el pene de Edgar bien excitado, cambia su mirada dirigiéndola hacia su miembro, con una de sus manos lo toma mientras apreciaba que es enorme y hermoso, cierra sus ojos y pega su rostro a él dándole carisias mientras se imagina lo rico que se sentirá tenerlo dentro de ella.

Laura comienza a mover su mano atrás y delante y va acercando su boca al pene de Edgar, saca su lengua y suavemente comienza a pasarla para saborear la punta hasta engullirlo en su boca y disfrutarlo.

Edgar enrosca el pelo de Laura en su mano y agarrándola con sus dedos más cerca del cráneo, comienza a empujarla hacia delante para meter su pene completamente en la boca de Laura.

-Ufff, así, que rico, se siente estupendo-.
Mientras Laura mete el pene y lo saca consecutivamente de su boca encharcada en saliva y lo mira mientras disminuye la velocidad y termina sacándolo de la boca succionándolo lentamente, como si terminará de saborear un caramelo, traga, se para frente a él y le dice al oído, tomando las nalgas de Edgar con sus manos.

-Quiero que me lo hagas bien duro, acaba conmigo, hasta que termine gritando de placer-. Ese comentario llegó hasta las entrañas de Edgar y su demonio despertó, en un movimiento brusco Edgar cargo a Laura encajándola en su cintura y se dirijo hacia la barra que tanto deseaba.

Con una de sus manos tiro al suelo lo que en ella había, sintiendo el sonido del cristal quebrarse al caer dos copas al piso. Laura le quedaba perfecta, con sus pezones a la altura de la boca, fuertemente agarro los senos de ella y los metió en su boca succionándolos, mientras Laura gemía de place el recorría los senos con su lengua y con sus manos jalo a Laura por las piernas, quedando ella acostada hacia atrás apoyándose con sus manos en una superficie más baja, sus piernas abiertas y su vagina lista para recibir contacto de la lengua de Edgar.

El introduce dos dedos dentro de Laura mientras que con movimientos circulares va estimulando las paredes de la vagina y a la par con su lengua toca superficialmente el clítoris estremeciendo todo el cuerpo de Laura, está mal, sus pies no dejan de temblar, Edgar retira sus manos y la jala nuevamente hacia él, cargándola y estampándola contra una de las paredes de la sala, ya no es Edgar ya es su demonio, ella le repite.

-Penétrame, hazme tuya, hazme adicta a ti-. Edgar toma con una mano su pene mientras la tiene cargada contra la pared y le presenta el glande en la vagina, la mira fijamente a los ojos.

-Quieres sentirla entera dentro de ti, quieres que te lo haga bien rico.

-Si follame bien duro, vuélveme loca-. Edgar enviste fuertemente a Laura y siente que su pene está en un lugar caliente, húmedo y bien apretado, siente como su glande toca el fondo de la vagina, Laura hace gestos de dolor ligados con pasión en su rostros y habré su boca por donde salen gemidos bien fuertes.

-Mmmm que bien se siente, házmelo bien duro papi, por favor Edgar, siii dame más duro, quiero correrme con tu pene dentro de mí-. Edgar comienza a envestirla rápidamente con movimientos coordinados y fuertes. Laura coloca sus manos alrededor de la cabeza de Edgar y lo aprieta bien fuerte aruñando su espalda mientras gime a su oído.

-Mmmm que rico se siente, maltrátame Edgar-. Con su respiración agitada y su cuerpo encharcado en sudor, Laura se desata y le encaja sus dientes en el trapecio a Edgar bien fuerte. Edgar respira profundo aguantando el dolor y acelera su ritmo.

-Si, ayyyy me corro, dame duro.
Edgar la separa de la pared y la deja caer hacia atrás, cayendo Laura suspendida con sus manos apoyadas en el piso y enganchada a Edgar el cual la aguanta por sus muslos y con su pene aún dentro de la vagina. Los gemidos retumban en toda la casa. Está a punto de llegar al orgasmo y Edgar cada vez la penetra más fuerte encajando sus dedos en los muslos. Están sudados, se escuchan los sonidos creados por el choque de sus cuerpos.

-Quieres que me corra dentro de ti. Córrete conmigo enferma.
-Échamela toda adentro, inúndame-. Edgar se acelera, siente como los muslos de Laura se tensan y encoje los dedos de sus pies.

-Ayyyy me vengo dame más.
Edgar se excita aún más y empieza a sentir un gran cosquilleo, sabe que va a correrse. -Córrete conmigo Laura, mmmm-.

Hace dos o tres penetraciones más fuertes y libera su esperma en el interior, mientras ella se corre chorreando todos sus muslos, los dos sienten un gran alivio.

El la ayuda a que se incorpore, están de frente pegados cuerpo con cuerpo tratando de recomponerse pausando su respiración.

Laura sonríe. -Nunca me lo habían hecho tan rico y apasionado, lo haría mil veces más si fuese necesario.

Edgar la abraza y le susurra al oído. -Ya cumplí mi deseo, ya los saque a flor de piel, ya eres mía y no hay nada que te pueda ayudar para sacarte de mí dimensión.

Edgar sabía que el alma de su víctima había quedado atrapada para siempre. Los dos se incorporan sin ropa y con ganas de seguir haciéndolo ella le da un apasionado beso, la mira y le dice. -Te voy a extrañar.

Laura hace un gesto de intriga y duda con su rostro y le pide que la deje ir al baño un momento. Cuando regresa ya Edgar no estaba, sólo quedaba una pequeña nota en una de las hojas del block sobre la mesita de cristal, sujetada por la flor, la cual decía:

-ya cumplí mi meta, saque los deseos sexuales más oscuros y perversos a flor de piel, lo disfrute mucho, tu cuerpo es una locura, pero ya no necesita de mí presencia. Yo no te puedo hacer feliz. Atentamente tu demonio.

Laura al terminar de leer calló sentada en el sofá con sus ojos llorosos a punto de brotar lágrimas de ellos y mientras se encogía recogiendo sus pies y rodeándolos con sus manos agachó su cabeza y apoyó su frente a las rodillas, diciendo en voz baja, mientras de sus ojos brotaban lagrimas que recorrían sus mejillas.

-Te voy a extrañar mi demonio-. Edgar se había retirado victorioso, con un alma nueva en su dimensión y sin remordimientos, con una leve sonrisa en su rostro y su frente en alto, iba caminando en busca de otra víctima. Su corazón ya no sentía, su demonio lo enfriaba por dentro.

Tú Demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora