Después de tanto tiempo estando
sola, prácticamente había olvidado lo que
era anhelar el contacto con alguien más, y
no me creí capaz de sentir algo hasta que te
tuve frente a mi, a riesgo de sonar como una
egoísta, estoy dispuesta a ofrecerte lo qu...
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Enid
Nunca me enteré como llegamos a este punto, se supone que deberíamos familiarizarnos con nuestros aromas, pero esto está yéndose de mis manos.
Sentí sus labios deslizarse por mi mandíbula buscando los míos, por segunda vez desde que había llegado a su oficina, recién hace al menos quince minutos.
Prácticamente se lanzó sobre mi desde que puse un pie en el interior de su oficina, desde entonces no me ha soltado un solo segundo.
¡Esto es tan injusto!
No puedo simplemente patearla lejos, si está luciendo como una cachorra emocionada por encontrar a su compañera de juegos.
-Eppa- dejé un golpe en una de sus manos, las cuales estaban desviándose con frecuencia a lugares donde no estaban permitidas-, no me quieres ver molesta, ¡Contrólate!
Tampoco es que pudiese simplemente culparla por esto, debería haberla alejado desde el primer minuto, pero debo admitir que tener a una alfa tan atractiva, importante y caliente, alborotada como una cachorrita por mi, ayuda muchísimo a mi autoestima.
-Señorita Addams- escuchamos a la omega sin gracia hablar por el intercomunicador-, la señorita Smith está aquí y quiere saber si podría recibirla.
La alfa suspiró resignada, alejándose.
Su cabello estaba despeinado, con los primeros botones de su camisa desarreglados, y no me paso desapercibido el como había eliminado la aburrida corbata de su outfit, ella se había tomado bastante en serio mi opinión del día anterior con respecto a lucir despreocupada.
-Dile que pase.- mencionó de mala gana, al momento en que me aparté de ella acercándome hasta el sofá.
El aroma de la supuesta señorita Smith me golpeó como una bofetada, si es que se le podía llamar aroma.
Era probablemente el olor a alfa más desagradable e inquietante que hubiese llegado hasta mi nariz alguna vez.
-No tenía idea que estabas acompañada.- mencionó la estirada, quiero decir, la señorita Smith.
-Sofía, ella es mi omega, Enid Sinclair -nos presentó- ella es mi hermana menor.- me comentó al ver que no apartaba mis ojos de la intrusa, viéndola con desconfianza.
-Buen día- comenté, más por salir del paso que por querer hablarle a la desconocida-, te espero con Divina.- mencioné a Wednesday, antes de darle chance a contestar el saludo.
De haberme quedado probablemente le habría significado problemas a Wednesday, su hermana luce como la clásica alfa joven dispuesta a comerse el mundo, sin importar por sobre quien deba pasar para hacerlo.
