Después de tanto tiempo estando
sola, prácticamente había olvidado lo que
era anhelar el contacto con alguien más, y
no me creí capaz de sentir algo hasta que te
tuve frente a mi, a riesgo de sonar como una
egoísta, estoy dispuesta a ofrecerte lo qu...
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Wednesday
No me sentía capaz de pensar con claridad compartiendo habitación con ella, y tampoco es que con su actitud estuviese ayudando demasiado.
-Imbécil.- se quejó, dándome una débil bofetada.
Me acomodé entre sus piernas sintiendo mi nudo aflojar nuevamente, pude sentir sus uñas clavarse en la parte alta de mi espalda al aferrarse con fuerza a esta.
Aprovechando aquel descuido nuevamnente llevé mi boca hasta su cuello, intentando tirar del estúpido collar.
-Es suficiente-se quejó-, si va a ser de esta manera, entonces ya no quiero.
Intentó alejarme nuevamente, ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que lo había hecho en la última hora.
-Deja mi cuello en paz- se quejó, otra vez-, idiota egoísta y ambiciosa, se supone que te conformarías con lo que te ofreciera, y estás siendo extremadamente pegajosa.
-Eso es porque-...
-No me refiero a ese tipo de pegajoso- aclaró- quiero que dejes mi collar justo en donde está.
-No intento quitarlo.
-Estoy segura que ya tengo marcas en mi cuello por lo mucho que has tirado del collar.- mencionó incrédula.
-¿Tú crees?- pregunté interesada - tal vez deberías quitarlo para verificar que no sea algo grave.
-¿Me quieres ver la cara de estúpida?- mencionó incrédula-, ni de broma voy a quitármelo, por cierto, ya en serio debes dejar de hacer esto.
-¿Hacer que?
-Dejar de intentar llenar mi cocina de humo- aclaró-, déjame respirar.
-Dijiste una noche, no pusimos límites respecto a esto.
-No soy un recipiente el cual necesitas llenar.- se apartó nuevamente, ignorándome.
La ví voltear hacia el lado contrario al que me encontraba, como una pequeña niña haciendo berrinches.
Y no tardé en aferrarme a su espalda, pasando ambas manos por sobre su vientre.
-Deja de hacer eso- se quejó-, es muy lindo todo el asunto de tu lado maternal, pero esto entre tu y yo no va a pasar.
-Jamás he mencionado algo como eso.- aclaré.
-Pero no has dejado de acariciar mi vientre como una madre orgullosa de su trabajo- mencionó incrédula-, es bastante obvio que esperas haber acertado.
-Si lo hubiese hecho- fruncí el ceño en desaprobación frente a esa idea-, ¿Sería eso tan malo?
-Sería aún peor de lo que imaginas -comentó-, y ya déjalo.
