El sultán protector (HürremxMahidevranxOrhan)

Capítulo 38

Después de un rato sentados con ellos abrazados sin decir absolutamente nada y solamente disfrutando del momento Orhan no podía dejar de pensar en las últimas palabras que había escuchado de los labios de Mahidevran. Era consciente que su esposa era diferente a lo que en un momento el creyó sería por lo que sabía de su vida anterior, pero realmente no espero que tuviera esa respuesta.

Entonces se sintió más aún en conflicto pues la vida que había logrado tener con Mahidevran en tan poco tiempo se vería afectada por Hürrem, quien aunque en este momento era digamos una joven, según la historia había logrado bastante con el apoyo de sus subditos, intrigas y por supuesto el amor que le tenía Suleyman.

Aunque no era su hermano, no siempre estaría con Mahidevran, mejor ejemplo había sido el hecho de tener que irse a alta mar después de tan poco tiempo, pues tenía que seguir consiguiendo apoyo de parte de los jenizaros para poder seguir con la protección de su vida y la de las mujeres que eran importantes en su vida. No podía dejar nada al azar con respecto a la protección de su familia.

Notando que el príncipe se encontraba con una cara bastante seria Mahidevran habló con suavidad "Querido ¿Qué te pasa?"

"¿Me has dicho querido?" Comento con voz bastante sorprendida.

"Si, ¿Te molesta?" Cuestionó ella con voz coqueta.

"No, solo me sorprendiste. Antes de que me fuera y en la mayoría de tus cartas te dirigías a mi como Orhan o Príncipe, pero jamás había escuchado de tus labios una palabra que fuese tan dulce para referirte a mi. ¿Podrías dejarme escucharte decirme así nuevamente?".

Al ver la cara un tanto ilusionada de su esposo, la joven se sonrojó un poco. Pero decidió volver a decirlo "Querido".

Lo que provocó que Orhan sonriera nuevamente, olvidando la preocupación que sentía.

Acariciando suavemente el cabello de la princesa se encontró diciendo "Ángel realmente estás llena de sorpresas para mí este día. Con solo escucharte mis preocupaciones se desvanecen una a una".

Tomando la decisión de ser valiente nuevamente y sin vacilar se encontró acercándose al príncipe, para abrazarlo y respirar nuevamente su aroma pues lo había extrañado tanto, durante todas las noches que ahora que le tenía aquí no podía dejarle ir tan fácilmente y menos siendo consciente de que pronto tendría que estar con aquella esclava pelirroja.

"Te extrañe tanto" se encontró diciendo con voz suave la joven "No podía conciliar el sueño después de que en nuestras habitaciones se fue tu olor. En muchos momentos me sentía egoísta deseando que nunca te hubieses marchado aún cuando se que era necesario para la protección de nuestro pueblo, perdóname por ser egoísta".

"Corazón mío, mi bella flor, que feliz y culpable me haces al decirme eso. No tienes porqué sentir que me debes una disculpa por lo que sientes y mucho menos aún al decírmelo, pues debo admitir que para mí también ha sido un completo suplicio el no poder estar a tu lado, en todo este tiempo, en muchas noches me encontre sin dormir viendo la luna y las estrellas pidiendo que te cuidarán ellas que podían verte, cuando yo no podía. Rezaba a Allah por tu seguridad pues de tan solo pensar que algo llegase a pasarte me embargaban las ganas de dar órdenes para dar la vuelta y regresar a tu lado, pues lo único que me mantenía en marcha era saber que te encontrabas bien cuando leía tus cartas pues eran la única forma de poder mantenerte cerca de mi. Así que escucharte decirme esto me vuelve el hombre más feliz de este Imperio".

Las lágrimas nuevamente comenzaron a derramarse por las mejillas rosadas de la princesa, pues escuchar aquella declaración era como sentir un bálsamo sanador en una herida que se encontraba recién hecha. Pero también se encontró cuestionandosé el por qué era así con ella, por qué era tan diferente a su padre y a lo que había dicho su madre que sería el estar casada con un hijo del sultán, pero no era solo eso, había visto como eran sus interacciones con la sultana Sah, así como escucho las pláticas que había tenido con su pequeño hijo y cada que lo pensaba siempre se encontraba desconcertada por su esposo.