El sultán protector (HürremxMahidevranxOrhan)

Capítulo 44

Los días pasaron en la provincia y, con ellos, siguió la recuperación de Mahidevran tras dar a luz al primer hijo del príncipe. Orhan, lleno de orgullo y felicidad por el nacimiento de Mustafa, decidió celebrarlo de una manera grandiosa. El mismo día que su hijo nació, ordenó que se repartieran regalos a toda la provincia, una muestra de su gratitud y alegría por su primer vástago.

Las calles se llenaron de festines y música. Los ciudadanos recibieron alimentos, ropa y otras provisiones, agradeciendo al príncipe por su generosidad. La noticia del nacimiento del pequeño Mustafa se esparció rápidamente, y la provincia entera celebraba la llegada del que llamaron a voces "heredero" del príncipe.

En el palacio, Mahidevran se recuperaba lentamente. Su salud mejoraba con cada día, y la presencia constante de Orhan para desconcierto de todos a su lado le daba fuerzas. La habitación estaba siempre llena de flores frescas, y las visitas de su esposo y sus hermanas, Hatice y Sah, le brindaban alegría a pesar de las discusiones de estas sobre quien sería la tía favorita de su hijo.

Esa mañana, mientras el sol iluminaba suavemente la habitación, Orhan entró con Mustafa en brazos. Mahidevran, recostada en la cama, sonrió al verlos. El príncipe se acercó y se sentó a su lado, colocando al pequeño Mustafa en sus brazos.

"Parece que estás casi recuperada," comentó Orhan con una sonrisa. "Mustafa y yo estamos muy orgullosos de ti."

Mahidevran acarició la mejilla de su hijo, sintiendo una paz profunda en su corazón, pues a diferencia de lo dicho por su madre cuando ella dio a luz y como la trato su padre habia sido completamente diferente, pero era de esperarse su príncipe era diferente a los hombres que había conocido "Gracias, mi amor. No podría haberlo hecho sin tu apoyo."

Orhan besó suavemente su frente. "Eres más fuerte de lo que crees. Y ahora, con Mustafa, tengo la certeza que serás una fuerza a tener en cuenta."

Los tres disfrutaron de ese momento tranquilo, lejos del caos del palacio y las responsabilidades que los esperaban. Orhan aprovechó la oportunidad para hablar sobre el futuro.

"Mi ángel," comenzó, "quiero que sepas que haré todo lo posible para asegurar un futuro brillante para Mustafa. La provincia está prosperando, y quiero que crezca en un lugar donde se sienta seguro y amado." Tal como él se había sentido con su madre, y esperaba evitando los errores de su padre.

Mahidevran asintió, sin dejar de ver a su hijo "Sé que serás un padre maravilloso, Orhan. Mustafa tiene suerte de tenerte."

Los días se convirtieron en semanas, y la salud de Mahidevran se recuperó completamente. El palacio volvía a su ritmo habitual, pero ahora con la presencia de un nuevo miembro que traía alegría a todos.

Todas las tarde, mientras Mahidevran paseaba por los jardines con Mustafa en brazos, Orhan se les unia. Juntos, observaron las flores, disfrutando de los últimos momentos de tranquilidad que tendrían como una familia de tres, pues el príncipe sabía que no podría seguir posponiendo su enlace matrimonial con la pelirroja.

"Estos momentos contigo me hacen olvidar cualquier preocupación," dijo Orhan, abrazando a su esposa y a su hijo. "No hay nada más importante que esto."

Mahidevran sonrió, sintiendo el amor y la seguridad en los brazos de su esposo. Pero no podía estar del todo tranquila, pues había un tema que deberían abordar. Desde el nacimiento de Mustafa, ambos habían evitado hablar de las inminentes nupcias de Orhan con Alexandra, una decisión que no estaba del todo segura si en verdad había sido impuesta por la Valide o por el propio Sultan, para castigar a su amado o por el contrario darle fortaleza.

Había escuchado de Hatice la noticia de que los preparativos para la ceremonia estaban completos y que el propio Sultán había decidido que quien acompañaría a la esclava era Sumbul Aga uno de los ciervos más fieles de la Valide deberia acompañar a la esclava para la ceremonia, lo que había llenado a Mahidevran de inquietud.