EL MANTO DE LA RESPONSABILIDAD "SIDE STORIES"

UN NACIMIENTO TURBULENTO

PRIMER SIDESTORY DE ESTE PROYECTO.

Complemento del capítulo 16 del fic principal.

KROWNEST, DIAS ANTES DEL ATAQUE A CONCORDIA.

-Lady Wren, se que su presencia es obligatoria en Concordia. Comentó el médico de cabecera del clan Wren. -Pero ya está en su noveno mes de embarazo, no debería moverse mucho, podría dar a luz en cualquier momento y aparte... Casi no entra en su armadura.

-Lo sé, pero Lord Vizsla nos convocó a todos. Replicó Ursa. -De cualquier modo no creo que nada vaya a pasar.

-Bueno, pero si da a luz en algun lugar raro se las va a ver conmigo. Comentó el médico con algo de enojo.

-Si, si, como digas. Replicó Ursa mientras se ponía el resto de su armadura. -Ahora ayúdame a recoger mi casco porque no me puedo agachar.

MINAS DE CONCORDIA, UN DIA ANTES DEL ATAQUE.

Las cosas estaban muy ajetreadas en la base de Deathwatch, pues guerreros de todas partes de la galaxia estaban llegando por órdenes de Pre Vizsla.

Entre toda esa conmoción, la nave de Ursa Wren descendió en una de las plataformas de aterrizaje. Si bien Vizsla llamó a todos, no esperaba que el clan Wren respondiera en esta ocasión.

-Ursa Wren, es una sorpresa verte por aquí. Saludó Vizsla. -No pensé que fueras a venir por tu embarazo.

-El mandalore me convocó y tocaba honrar ese juramento. Replicó Ursa. -Aunque creo que solo podrá ser en rol de consejera.

-Si, sería lo más prudente. Replicó Vizsla. -Usa mis aposentos si así lo deseas, lo último que quisiera es que se complicara el embarazo.

-Gracias por la oferta, pero estaré bien. Replicó Ursa.

-Bien, pero la oferta sigue en pie. Comentó Vizsla. -Ahora, si pudieras ayudar con los niños y los expósitos te lo agradecería bastante.

-Bien, creo que eso sí lo puedo hacer. Replicó Ursa. -Nos vemos luego.

AFUERA DE LAS MINAS DE CONCORDIA, DIA DE LA INVASIÓN.

Mientras la batalla seguía en la luna de Concordia, un pequeño equipo de sangheili fue enviado para revisar un lugar donde se habían registrado muchas firmas de calor al inicio de la batalla.

-Preparate hermano, que ya estamos cerca del lugar. Comentó uno de los sangheili.

-Enterado, prepara tu módulo de camuflaje activo. Comentó el otro sangheili.

Los sangheili no tardaron mucho en llegar al lugar al que fueron enviados. Aquel lugar era una cueva con muchas señales de que había sido usada recientemente.

-¿Listo para entrar? Preguntó el sangheili.

-Despues de ti. Respondió el otro.

Ambos guerreros se armaron de valor y entraron en aquella cueva, preparados para cualquier trampa que el enemigo les pudiera haber tendido.

Después de avanzar unos cuantos minutos, su radar comenzó a detectar movimiento cerca de ellos, no veían ni escuchaban nada, pero sabían que algo o alguien se acercaba.

De pronto, de una de las grietas de aquella cueva emergió una mandaloriana con muchas ganas de matar y se colgó de la espalda del élite que más cerca tenía.

-¡Ah suéltame! Exclamó el élite del susto.

El otro sangheili trató de usar su arma para quitar de encima de su compañero a aquella atacante.